24 septiembre 2012

24 Se hace camino al andar: Santiago - Negreira 21 km

Salida 7.55 - Llegada 13.30

Ha sido un gusto estar en una habitación individual por una noche. Ayer sentí ya deseos de volver a casa y esto es bueno. Aun y así no he dormido tanto como hubiese querido. Esta mañana he podido despedirme de mis amigos en la oscuridad de la sala común de camas. Se me ha hecho un nudo en la garganta y en mi salida de Santiago he retenido mis lágrimas. Pero esta parte en solitario es necesaria para mí y así es la vida, a veces un adiós continuo.

Me consuela ligeramente el desayuno que me he propuesto en el café Botafumeiro cerca de la catedral: chocolate con churros. Cual es mi decepción al ver que está cerrado y también la mayoría de panaderías que había visto ayer. No será hasta dos horas después que me sentaré a desayunar pero será en mejor tiempo: en pleno aguacero. Y no quedan churros así que será ración de tortilla de patatas. Pero está recién hecha y está riquísima.

La salida de Santiago es hermosa, todavía bastante en silencio, con algún estudiante en la calle ya y apenas un par de peregrinos en la plaza del Obradoiro. El camino me lleva a unas vistas magníficas de la ciudad. El amanecer tapado por las nubes. Sé que por mucho que corra hoy, el agua me pillará. Y así es, bien bien. Pero no me puedo quejar, será el primer día en 24 y bien tengo que usar la ropa impermeable.

La mayoría de la etapa transcurre por caminos estrechos de tierra repletos de eucaliptos y helechos y algo de carretera. Es hermoso. La etapa sube y baja. El gris del cielo le da el ambiente de recogimiento que hoy necesito. Sé que hoy y los días que quedan tengo que andar sola. Así que después de tratar de hacérselo comprender a un alemán ya no tengo más problemas después.

Alguien ha dejado una caja con fruta en una parada de autobús para los peregrinos, todo un detalle..

Llego al albergue municipal temprano y me alegro porque al poco está completo y hoy sé que necesito tiempo para descansar. Es un gusto dormir en cama y no en litera. Y este albergue tiene cocina con menaje. Así que me decido, aprovechando un claro en el tiempo, a bajar la cuesta de nuevo después del descanso para hacer algunas compras y cocinar.

Se nota que hay menos personas ya en este tramo. Mañana seguimos.

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