Salida 7.30 - Llegada 14.45 (ida al faro, 6 km, más tarde)
Después de la lluvia sale el sol. Si ayer fue un día de lágrimas, hoy fue un día de sonrisas.
Me levanto revitalizada por la noche y oso salir aun de noche con fuerza e ilusión. Apenas 2 mn fuera y cae un chaparrón de aúpa. Pero la lluvia en los ojos me hace detener para ver justo a tiempo una flecha importante de cambio de dirección. Como ya he dicho en otras ocasiones la noche trae sus desafíos y hay que poner más atención: una buena linterna, caminar despacio, mover la cabeza a un lado y a otro (en caso de tener linterna con cinta) para asegurar que no perdemos señal, y pasos confiados.
Aun en la semi-oscuridad ya he podido percibir que hoy iba a ser, como ya me habían avisado, un día hermoso. También habían dicho que el tiempo iba a cambiar. Así ha sido. La belleza del recorrido ha sido sobrecogedora sobretodo cuando hemos empezado a percibir la costa. La lluvia y el sol han dado juegos magníficos de color en los cielos. La vegetación, mayoritariamente de color verde, también hacía aparecer aquí y allá lilas, amarillos, fuxias. El piso ha sido ideal para pies y piernas ya cansadas y para afrontar una etapa larga.
Al cabo de 5 km han anunciado el último bar en 15 km. No lo he creído. Era verdad. He parado en el primer bar que he visto, habiendo ya caminado 20 km son parar y ya en costa. Varios han tenido la misma idea. El bocadillo de tortilla era más que generoso. Lo he partido en dos y he pedido papel de plata. Al final me lo he comido todo.
Para alguien de ciudad de mar como yo, ver el mar después de tantos días ha sido especialmente emocionante. Además era el Atlántico y en acantilado. Hermoso.
La llegada a costa ha sido subiendo y bajando. He cogido la carretera que bordea la costa en Corcubión a consejo de varios para luego decirme otros dos que iba así a dar más vuelta. La gente ha sido muy amable y todos en esa zona conocen el camino. Dos me han acompañado a la dirección adecuada.
El último tramo ha sido paralelo a la playa pero yo he optado por el interior ya que con el cansancio no me atrevía a caminar sobre arena. Es aquí donde he sentido un dolor que me ha sonado a "ampolla" y así era... Por el calcetín mojado debido al zapato mojado. Pero no me puedo quejar... Desde el primer par de días no había vuelto a tener. ¡Todo un privilegio de pelegrina! Y más en un último día.
Al llegar al albergue todavía me quedaban 3 km (y vuelta) al albergue. Pero decidí ocupar plaza, descansar algo, comprar un helado y comérmelo contemplando el puerto e ir después. A pesar de las invitaciones a ir en grupo y festejar me he dado cuenta a tiempo que esto era algo que debía hacer sola. ¡Cuánto me alegro!
La llegada ha sido sobrecogedira y ae me han escapado las lágrimas. Después de hacerme una foto con el mojón km 0, contemplar a vista de pájaro, cumplir con la tradición de quemar algo (quemé mis calcetines súper favoritos), escojo una roca donde sentarme enfrente del sol que empieza a declinar (esta es la tradición, ver el atardecer). Me quedo contemplando, pensando, agradeciendo y alabando a Dios. Grandioso.
He llegado al Fin de la Tierra (Fisterra). He cumplido mi sueño. Aquí acaba mi periplo. Pero sé que detrás del mar hay más tierra que recorrer y hacia allí voy.
Ahora hay que transitar y no es fácil. No tengo reserva de transporte y mañana desde Santiago tendré que acabar de aclarar como vuelvo. Pero sé que no quiero volver en avión, demasiado para el ritmo que he llevado estos días.
Pronto podréis ver algunas fotos y algún pensamiento a modo de epílogo. ¡Gracias por acompañarme por estos 26 maravillosos días!
26 septiembre 2012
25 septiembre 2012
25 Se hace camino al andar: Negreira - Olveiroa 33,4 km
Salida 7.50 - Llegada 15.00
Hoy ha sido mi etapa de lágrimas. Ayer fue malo. Hoy peor. Hoy no se ha levantado el día.
La lluvia ha llegado de todas las maneras: leve, moderada, fuerte. También el viento: leve, moderado, fuerte. Y también la combinatoria de lluvia con viento. Se ha puesto la cosa peor cuando todavía quedaban por lo menos 8 km. Entonces he decidido volar para acabar con todo esto lo antes posible. Pero la etapa ha sido muy larga en kilómetros y todavía no se como lo he hecho.
Mi vista ha estado prácticamente pegada al suelo. Para evitar la lluvia en los ojos, para ver donde ponía el pie y para tratar de no pisar caracoles, gusanos y otros que hoy me han acompañado en el camino.
He tenido un susto en un momento de desorientación cuando un coche se ha parado por detrás mío y alguien ha salido de forma precipitada. Pero muy amable el señor me ha indicado el camino. No he respirado a ritmo metros después de haber escuchado el coche marchar.
Hemos llegado todos al albergue chorreando y con el frío metido en el cuerpo. No se ha secado la ropa ni los zapatos (hoy Goretex o no, no importa, todos se han mojado). La calefacción solo funciona a partir de las 22.30. Pero claro hay que evitar condensación.
He estado casi toda la tarde en la cama metida en mi saco salvo los momentos de comida que me han calentado y unos minutos que ha salido el sol y he tenido que ir a sellar y pagar el albergue.
Vuelvo a estar metida en la cama. Mañana no voy a Muxia sino directamente a Fisterra. Dicen que la ruta es más hermosa pero sobretodo porque el tiempo no va a cambiar.
Todo esto es parte del camino también, así como la vida. Las tormentas no se pueden evitar, hay que caminar a través de ellas con resistencia, con perseverancia, con seguridad. Al fin y al cabo después de la lluvia sale el sol, tarde o temprano.
Hoy ha sido mi etapa de lágrimas. Ayer fue malo. Hoy peor. Hoy no se ha levantado el día.
La lluvia ha llegado de todas las maneras: leve, moderada, fuerte. También el viento: leve, moderado, fuerte. Y también la combinatoria de lluvia con viento. Se ha puesto la cosa peor cuando todavía quedaban por lo menos 8 km. Entonces he decidido volar para acabar con todo esto lo antes posible. Pero la etapa ha sido muy larga en kilómetros y todavía no se como lo he hecho.
Mi vista ha estado prácticamente pegada al suelo. Para evitar la lluvia en los ojos, para ver donde ponía el pie y para tratar de no pisar caracoles, gusanos y otros que hoy me han acompañado en el camino.
He tenido un susto en un momento de desorientación cuando un coche se ha parado por detrás mío y alguien ha salido de forma precipitada. Pero muy amable el señor me ha indicado el camino. No he respirado a ritmo metros después de haber escuchado el coche marchar.
Hemos llegado todos al albergue chorreando y con el frío metido en el cuerpo. No se ha secado la ropa ni los zapatos (hoy Goretex o no, no importa, todos se han mojado). La calefacción solo funciona a partir de las 22.30. Pero claro hay que evitar condensación.
He estado casi toda la tarde en la cama metida en mi saco salvo los momentos de comida que me han calentado y unos minutos que ha salido el sol y he tenido que ir a sellar y pagar el albergue.
Vuelvo a estar metida en la cama. Mañana no voy a Muxia sino directamente a Fisterra. Dicen que la ruta es más hermosa pero sobretodo porque el tiempo no va a cambiar.
Todo esto es parte del camino también, así como la vida. Las tormentas no se pueden evitar, hay que caminar a través de ellas con resistencia, con perseverancia, con seguridad. Al fin y al cabo después de la lluvia sale el sol, tarde o temprano.
24 septiembre 2012
24 Se hace camino al andar: Santiago - Negreira 21 km
Salida 7.55 - Llegada 13.30
Ha sido un gusto estar en una habitación individual por una noche. Ayer sentí ya deseos de volver a casa y esto es bueno. Aun y así no he dormido tanto como hubiese querido. Esta mañana he podido despedirme de mis amigos en la oscuridad de la sala común de camas. Se me ha hecho un nudo en la garganta y en mi salida de Santiago he retenido mis lágrimas. Pero esta parte en solitario es necesaria para mí y así es la vida, a veces un adiós continuo.
Me consuela ligeramente el desayuno que me he propuesto en el café Botafumeiro cerca de la catedral: chocolate con churros. Cual es mi decepción al ver que está cerrado y también la mayoría de panaderías que había visto ayer. No será hasta dos horas después que me sentaré a desayunar pero será en mejor tiempo: en pleno aguacero. Y no quedan churros así que será ración de tortilla de patatas. Pero está recién hecha y está riquísima.
La salida de Santiago es hermosa, todavía bastante en silencio, con algún estudiante en la calle ya y apenas un par de peregrinos en la plaza del Obradoiro. El camino me lleva a unas vistas magníficas de la ciudad. El amanecer tapado por las nubes. Sé que por mucho que corra hoy, el agua me pillará. Y así es, bien bien. Pero no me puedo quejar, será el primer día en 24 y bien tengo que usar la ropa impermeable.
La mayoría de la etapa transcurre por caminos estrechos de tierra repletos de eucaliptos y helechos y algo de carretera. Es hermoso. La etapa sube y baja. El gris del cielo le da el ambiente de recogimiento que hoy necesito. Sé que hoy y los días que quedan tengo que andar sola. Así que después de tratar de hacérselo comprender a un alemán ya no tengo más problemas después.
Alguien ha dejado una caja con fruta en una parada de autobús para los peregrinos, todo un detalle..
Llego al albergue municipal temprano y me alegro porque al poco está completo y hoy sé que necesito tiempo para descansar. Es un gusto dormir en cama y no en litera. Y este albergue tiene cocina con menaje. Así que me decido, aprovechando un claro en el tiempo, a bajar la cuesta de nuevo después del descanso para hacer algunas compras y cocinar.
Se nota que hay menos personas ya en este tramo. Mañana seguimos.
Ha sido un gusto estar en una habitación individual por una noche. Ayer sentí ya deseos de volver a casa y esto es bueno. Aun y así no he dormido tanto como hubiese querido. Esta mañana he podido despedirme de mis amigos en la oscuridad de la sala común de camas. Se me ha hecho un nudo en la garganta y en mi salida de Santiago he retenido mis lágrimas. Pero esta parte en solitario es necesaria para mí y así es la vida, a veces un adiós continuo.
Me consuela ligeramente el desayuno que me he propuesto en el café Botafumeiro cerca de la catedral: chocolate con churros. Cual es mi decepción al ver que está cerrado y también la mayoría de panaderías que había visto ayer. No será hasta dos horas después que me sentaré a desayunar pero será en mejor tiempo: en pleno aguacero. Y no quedan churros así que será ración de tortilla de patatas. Pero está recién hecha y está riquísima.
La salida de Santiago es hermosa, todavía bastante en silencio, con algún estudiante en la calle ya y apenas un par de peregrinos en la plaza del Obradoiro. El camino me lleva a unas vistas magníficas de la ciudad. El amanecer tapado por las nubes. Sé que por mucho que corra hoy, el agua me pillará. Y así es, bien bien. Pero no me puedo quejar, será el primer día en 24 y bien tengo que usar la ropa impermeable.
La mayoría de la etapa transcurre por caminos estrechos de tierra repletos de eucaliptos y helechos y algo de carretera. Es hermoso. La etapa sube y baja. El gris del cielo le da el ambiente de recogimiento que hoy necesito. Sé que hoy y los días que quedan tengo que andar sola. Así que después de tratar de hacérselo comprender a un alemán ya no tengo más problemas después.
Alguien ha dejado una caja con fruta en una parada de autobús para los peregrinos, todo un detalle..
Llego al albergue municipal temprano y me alegro porque al poco está completo y hoy sé que necesito tiempo para descansar. Es un gusto dormir en cama y no en litera. Y este albergue tiene cocina con menaje. Así que me decido, aprovechando un claro en el tiempo, a bajar la cuesta de nuevo después del descanso para hacer algunas compras y cocinar.
Se nota que hay menos personas ya en este tramo. Mañana seguimos.
23 septiembre 2012
23 Se hace camino al andar: Monte do Gozo - Santiago de Compostela 4,8 km
Salida 7:45 - Llegada 9:00
El albergue de Monte do Gozo no nos hace salir hasta las 9.00 pero sé que mi despertador interno me despertará en el momento justo para salir en el mejor momento. Solo sé que no quiero salir con las masas e incluso les he dicho a mis amigos que quiero hacer este tramo sola. Quedamos en vernos en la misa de la catedral.
Salgo todavía de noche y con el día no queriendo acabar de arrancar. Salgo sola aunque en el albergue hay mucho movimiento. Quizás es verdad que muchos apenas durmieron (los que se quedan en Santiago). Gracias a Dios yo no me enteré y dormí una buena noche. Este albergue es un albergue especialmente habilitado para recibir a muchos peregrinos. Está organizado en barracones que pueden acoger a unas 180 personas cada uno sumando 30 barracones, por lo tanto unas 800 personas. No me acaba de convencer nada este lugar, parece más bien un campo de concentración (aunque las habitaciones son muy majas, de ocho personas, y nosotros solo somos 4 esa noche). Pero todo es de cemento. La noche me impide ver de nuevo este aspecto más bien lúgubre.
A la vuelta de la esquina y como si pudiese cogerla con la mano está Santiago aun sumergida en oscuridad bajo las luces artificiales. El cielo arranca sus colores azules y rosas pero pronto al apagarse las luces de las lámparas me doy cuenta de que está el cielo bien gris.
Bajo, sumida en mis pensamientos y apenas consciente de que ya estoy llegando, con un profundo sentimiento de gratitud a Dios. Si en algo puedo resumir esta experiencia es en "regalo".
El cartel de "Santiago" me llena de emoción y la ciudad me recibe con lluvia. Esta no cesará apenas en todo el día. Toda la lluvia que evité estos 22 días caerá con fuerza y con un viento tremendo.
Tengo la opción de dejar la mochila en el albergue pero opto por llegar a la plaza del Obradoiro con ella. Ha sido mi compañera fiel y tiene que llegar al destino final.
Callejear por las calles todavía sumidas al sueño, solamente interrumpidas por el fuerte viento, las concersaciones - algo demasiado ruidosas para mí - de otros peregrinos, y la apertura de algún comercio, me llenan de emoción. No solo por haber cumplido un sueño sino por recuerdos de hace años cuando estuve en una campaña evangelística con estudiantes.
La belleza y magnitud de la plaza del Obradoiro es estropeada por unos coches y postes de la casa Coca Cola. Hay una carrera ciclista a punto de empezar y esto estropea la mágia de mi llagada. Pero trato de hacerlo a un lado. Miro, veo a alguien conocido, nos hacemos las fotos, emocionante.
Me dirijo después a la oficina del Peregrino a recoger mi Compostela (escrita en Latín) y después de dejar mi mochila en el Seminario Menor (me he regalado una habitación individual), pasar por la oficina de turismo a confirmar mi tramo a Fisterra y coger un desayuno mega rápido, todo esto pasado por agua, (la crema de la pasta que me como es tan abundante que se me sale por todos los dedos) me dirijo a la Catedral para asistir a la misa de los peregrinos.
Está la iglesia a rebosar, tanto tanto que no solamente no me puedo sentar (más tarde tendré que hacerlo en el suelo porque mis pies y espalda no me aguantan) sino que desde el rincón donde me sitúo no podré ver nada sino solo escuchar. Es curioso, pero parece que los peregrinos se han multiplicado por doquier pero yo solamente reconozco a un puñado.
El cura habla de la necesidad de darse a los demás y morir a sí mismo y dejar las contiendas los unos con los otros. Hay que ser humildes como los niños. Algo que nos enseña textos de Marcos y Santiago y también el camino en el que hemos tenido que aprender a ser más solidarios. Ahora hay que seguir en el camino de la vida. La meta es Cristo, y no siempre es fácil seguir a Cristo. Antes de encender el botafumeiro (muy impresionante por cierto), nos recuerda que debemos ser olor fragante de Cristo. ¡Señor, ayúdame!
Lástima de tantos peregrinos extranjeros que no entendieron porque todo se hizo en español.
La tarde es de descanso y cenamos con varios amigos para celebrar. No nos despedimos "adecuadamente", quizás es mejor así. La mayoría paran, yo mañana sigo hacia Fisterra "El final del mundo".
El albergue de Monte do Gozo no nos hace salir hasta las 9.00 pero sé que mi despertador interno me despertará en el momento justo para salir en el mejor momento. Solo sé que no quiero salir con las masas e incluso les he dicho a mis amigos que quiero hacer este tramo sola. Quedamos en vernos en la misa de la catedral.
Salgo todavía de noche y con el día no queriendo acabar de arrancar. Salgo sola aunque en el albergue hay mucho movimiento. Quizás es verdad que muchos apenas durmieron (los que se quedan en Santiago). Gracias a Dios yo no me enteré y dormí una buena noche. Este albergue es un albergue especialmente habilitado para recibir a muchos peregrinos. Está organizado en barracones que pueden acoger a unas 180 personas cada uno sumando 30 barracones, por lo tanto unas 800 personas. No me acaba de convencer nada este lugar, parece más bien un campo de concentración (aunque las habitaciones son muy majas, de ocho personas, y nosotros solo somos 4 esa noche). Pero todo es de cemento. La noche me impide ver de nuevo este aspecto más bien lúgubre.
A la vuelta de la esquina y como si pudiese cogerla con la mano está Santiago aun sumergida en oscuridad bajo las luces artificiales. El cielo arranca sus colores azules y rosas pero pronto al apagarse las luces de las lámparas me doy cuenta de que está el cielo bien gris.
Bajo, sumida en mis pensamientos y apenas consciente de que ya estoy llegando, con un profundo sentimiento de gratitud a Dios. Si en algo puedo resumir esta experiencia es en "regalo".
El cartel de "Santiago" me llena de emoción y la ciudad me recibe con lluvia. Esta no cesará apenas en todo el día. Toda la lluvia que evité estos 22 días caerá con fuerza y con un viento tremendo.
Tengo la opción de dejar la mochila en el albergue pero opto por llegar a la plaza del Obradoiro con ella. Ha sido mi compañera fiel y tiene que llegar al destino final.
Callejear por las calles todavía sumidas al sueño, solamente interrumpidas por el fuerte viento, las concersaciones - algo demasiado ruidosas para mí - de otros peregrinos, y la apertura de algún comercio, me llenan de emoción. No solo por haber cumplido un sueño sino por recuerdos de hace años cuando estuve en una campaña evangelística con estudiantes.
La belleza y magnitud de la plaza del Obradoiro es estropeada por unos coches y postes de la casa Coca Cola. Hay una carrera ciclista a punto de empezar y esto estropea la mágia de mi llagada. Pero trato de hacerlo a un lado. Miro, veo a alguien conocido, nos hacemos las fotos, emocionante.
Me dirijo después a la oficina del Peregrino a recoger mi Compostela (escrita en Latín) y después de dejar mi mochila en el Seminario Menor (me he regalado una habitación individual), pasar por la oficina de turismo a confirmar mi tramo a Fisterra y coger un desayuno mega rápido, todo esto pasado por agua, (la crema de la pasta que me como es tan abundante que se me sale por todos los dedos) me dirijo a la Catedral para asistir a la misa de los peregrinos.
Está la iglesia a rebosar, tanto tanto que no solamente no me puedo sentar (más tarde tendré que hacerlo en el suelo porque mis pies y espalda no me aguantan) sino que desde el rincón donde me sitúo no podré ver nada sino solo escuchar. Es curioso, pero parece que los peregrinos se han multiplicado por doquier pero yo solamente reconozco a un puñado.
El cura habla de la necesidad de darse a los demás y morir a sí mismo y dejar las contiendas los unos con los otros. Hay que ser humildes como los niños. Algo que nos enseña textos de Marcos y Santiago y también el camino en el que hemos tenido que aprender a ser más solidarios. Ahora hay que seguir en el camino de la vida. La meta es Cristo, y no siempre es fácil seguir a Cristo. Antes de encender el botafumeiro (muy impresionante por cierto), nos recuerda que debemos ser olor fragante de Cristo. ¡Señor, ayúdame!
Lástima de tantos peregrinos extranjeros que no entendieron porque todo se hizo en español.
La tarde es de descanso y cenamos con varios amigos para celebrar. No nos despedimos "adecuadamente", quizás es mejor así. La mayoría paran, yo mañana sigo hacia Fisterra "El final del mundo".
22 septiembre 2012
22 Se hace camino al andar: Ribadiso da Baixo - Monte do Gozo 37,1 km
Salida 7.35 - Llegada 18.40
Creo que tantos años de campamentos de estudiantes sin duda me han preparado también para esta experiencia del camino de Santiago. No solamente por el tema albergues, comunidad, etc. sino pensando ahora sobretodo en los síndromes "post-campa". Parece que hoy el síndrome ha caído un poco de forma inesperada y con antelación. La etapa ha sido larga y muy cansada. Yo ya me desperté con dolor en las piernas (de piernas cansadas) que no había sentido antes y ya sabía desde el primer momento que no iba a ser fácil sin embargo también estaba la emoción de los últimos kilómetros y la inminente llegada. Quizás es por eso que tampoco calculamos bien distancias y fuerzas. Quedarnos en una etapa "normal" hubiese sido difícil pero seguir se vio complicado por la falta de albergues en la última etapa oficial antes de llegar a Santiago. La cosa ha quedado en que hemos hecho más de 37 km estirando nuestro cuerpo quizás más allá de nuestros límites si además añadimos los factores emocionales.
La etapa ha sido hermosa en muchos tramos de nuevo y el clima ha acompañado fenomenalmente. Hoy hemos tenido que compensar parando más a menudo y tomando los refrigerios necesarios. La experiencia no ha sido siempre la mejor en cuanto a camareros se refieren pero nos queda un día y hay que tratar de evitar confrontaciones innecesarias.
Parece que la magia del camino ha desaparecido. Todo se vuelve más masivo, más ruidoso, menos introspectivo, más cansado. Además se mezclan expectativas en cuanto a lo que nos vamos a encontrar en Santiago. Para esto habrá que esperar...
Y yo no termino todavía... Ya que me dirijo a Finisterre. Quizás estos días serán claves para acabar de ordenar mis pensamientos y a la vez recoger las experiencias vividas y ver como estas se han de reflejar en el camino que sigue después: el camino de la vida.
Creo que tantos años de campamentos de estudiantes sin duda me han preparado también para esta experiencia del camino de Santiago. No solamente por el tema albergues, comunidad, etc. sino pensando ahora sobretodo en los síndromes "post-campa". Parece que hoy el síndrome ha caído un poco de forma inesperada y con antelación. La etapa ha sido larga y muy cansada. Yo ya me desperté con dolor en las piernas (de piernas cansadas) que no había sentido antes y ya sabía desde el primer momento que no iba a ser fácil sin embargo también estaba la emoción de los últimos kilómetros y la inminente llegada. Quizás es por eso que tampoco calculamos bien distancias y fuerzas. Quedarnos en una etapa "normal" hubiese sido difícil pero seguir se vio complicado por la falta de albergues en la última etapa oficial antes de llegar a Santiago. La cosa ha quedado en que hemos hecho más de 37 km estirando nuestro cuerpo quizás más allá de nuestros límites si además añadimos los factores emocionales.
La etapa ha sido hermosa en muchos tramos de nuevo y el clima ha acompañado fenomenalmente. Hoy hemos tenido que compensar parando más a menudo y tomando los refrigerios necesarios. La experiencia no ha sido siempre la mejor en cuanto a camareros se refieren pero nos queda un día y hay que tratar de evitar confrontaciones innecesarias.
Parece que la magia del camino ha desaparecido. Todo se vuelve más masivo, más ruidoso, menos introspectivo, más cansado. Además se mezclan expectativas en cuanto a lo que nos vamos a encontrar en Santiago. Para esto habrá que esperar...
Y yo no termino todavía... Ya que me dirijo a Finisterre. Quizás estos días serán claves para acabar de ordenar mis pensamientos y a la vez recoger las experiencias vividas y ver como estas se han de reflejar en el camino que sigue después: el camino de la vida.
21 septiembre 2012
21 Se hace el camino al andar: Airexe - Ribadiso da Baixo 33,4 km
Salida 7.35 - Llegada 17.00
Hoy leíamos esta cita en uno de los libros guía del camino:
"Reír es el riesgo de parecer un loco.
Llorar es el riesgo de ser llamado sentimentaloide.
Alcanzar al otro es el riesgo del compromiso.
Compartir sentimientos es el riesgo de exponer el verdadero yo.
Dar tu opinión y sueños delante de un grupo de gente es arriesgar su pérdida.
Amar es el riego de no ser amado se vuelta.
Vivir es el riesgo de morir.
Intentar es el riesgo del fracaso.
Pero se han de tomar riesgos.
Porque el mayor peligro de la vida es no arriesgar nada.
La gente que no arriesga nada quizás eviten sufrimiento y pérdida.
Pero no pueden aprender, sentir, cambiar, crecer o realmente vivir.
Encadenados en su servidumbre son esclavos que han hipotecado toda libertad.
Solo una persona que arriesga es verdaderamente libre."
William Ward
Creo que esta es otra de las grandes lecciones del camino y de la vida.
Muchos arriesgan. Arriesgan aun y sabiendo que quizás su salud no ca a acompañarles. Algunos arriesgan para vencer sus miedos. Otros arriesgan su confort del día a día. Muchos arriesgan compartiendo sus experiencias y vivencias.
Si no arriesgas no andas el camino. Si no arriesgas no vives la vida.
Hoy hemos tenido un largo día y henos andado muchos kilómetros pero nos hemos sentido muy bien y fuertes. Me sigue maravillando la capacidad que tiene el cuerpo de recuperarse con el descanso y la capacidad de aguante que tiene.
El camino ha sido también hermoso y el clima inmejorable. He querido protegerme de la lluvia al caer de sus primeras gotas, pero solo ha sido esto, un amago y al poco he tenido que guardar todos los chubasqueros de nuevo.
Las conversaciones siguen siendo muy animadas. Hoy hemos hablado mucho de familia y educación de hijos. Al fin y al cabo el camino nos prepara y devuelve a la vida real.
Mucha gente ha parado en Melide y parece que henos dejado grandes cantidades de gente detrás. Al punto que el albergue municipal de Ribadiso todavía tiene plazas. Es uno de los albergues más fabulosos en los que he estado jamás. Es un antiguo hospital del siglo XV increíblemente reformado y muy original. Aquí vamos a tener la que ya es nuestra penúltima noche antes de llegar a Santiago. Antes de entrar en el albergue hemos tomado la foto de los 40 km, a la vuelta de la esquina.
Hoy leíamos esta cita en uno de los libros guía del camino:
"Reír es el riesgo de parecer un loco.
Llorar es el riesgo de ser llamado sentimentaloide.
Alcanzar al otro es el riesgo del compromiso.
Compartir sentimientos es el riesgo de exponer el verdadero yo.
Dar tu opinión y sueños delante de un grupo de gente es arriesgar su pérdida.
Amar es el riego de no ser amado se vuelta.
Vivir es el riesgo de morir.
Intentar es el riesgo del fracaso.
Pero se han de tomar riesgos.
Porque el mayor peligro de la vida es no arriesgar nada.
La gente que no arriesga nada quizás eviten sufrimiento y pérdida.
Pero no pueden aprender, sentir, cambiar, crecer o realmente vivir.
Encadenados en su servidumbre son esclavos que han hipotecado toda libertad.
Solo una persona que arriesga es verdaderamente libre."
William Ward
Creo que esta es otra de las grandes lecciones del camino y de la vida.
Muchos arriesgan. Arriesgan aun y sabiendo que quizás su salud no ca a acompañarles. Algunos arriesgan para vencer sus miedos. Otros arriesgan su confort del día a día. Muchos arriesgan compartiendo sus experiencias y vivencias.
Si no arriesgas no andas el camino. Si no arriesgas no vives la vida.
Hoy hemos tenido un largo día y henos andado muchos kilómetros pero nos hemos sentido muy bien y fuertes. Me sigue maravillando la capacidad que tiene el cuerpo de recuperarse con el descanso y la capacidad de aguante que tiene.
El camino ha sido también hermoso y el clima inmejorable. He querido protegerme de la lluvia al caer de sus primeras gotas, pero solo ha sido esto, un amago y al poco he tenido que guardar todos los chubasqueros de nuevo.
Las conversaciones siguen siendo muy animadas. Hoy hemos hablado mucho de familia y educación de hijos. Al fin y al cabo el camino nos prepara y devuelve a la vida real.
Mucha gente ha parado en Melide y parece que henos dejado grandes cantidades de gente detrás. Al punto que el albergue municipal de Ribadiso todavía tiene plazas. Es uno de los albergues más fabulosos en los que he estado jamás. Es un antiguo hospital del siglo XV increíblemente reformado y muy original. Aquí vamos a tener la que ya es nuestra penúltima noche antes de llegar a Santiago. Antes de entrar en el albergue hemos tomado la foto de los 40 km, a la vuelta de la esquina.
20 septiembre 2012
20 Se hace camino al andar: Vilachá - Areixe 19,8 km
Hoy he leído en la Biblia:
"¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello." (Santiago 4:13-15)
Creo que es un buen resumen de una de las grandes lecciones que me llevi del camino.
Ayer fue un día difícil... Empecé mal cuando salí antes de que fuera día y una vez más me equivoqué de ruta perdiendo unos 45 km y agotándome casi antes de empezar. Las señales no siempre son claras, pero la noche no ayuda, las prisas tampoco y tener un objetivo muy claro, a veces tampoco.
La etapa del día iba a ser muy corta, unos 18 km, por lo que yo ya me había propuesto alargarla y decidí llegar hasta Ferreiros. Esto hacía una etapa de unos casi 30 km pero sabía que se podía sobrellevar. También decidí que no iba a correr (aunque lo hice) y no iba a entrar en la vorágine de reservar albergue.
La etapa fue muy hermosa. Caminé por momentos con un matrimonio jubilado francés con el que ta había coincidido comiendo con ellos en Sarria en un restaurante italiano fenomenal. Por cierto, cabe decir aquí que en Sarria tuve el segundo percance grave del día: Es una ciudad que sube empinada. Iba buscando un banco porque literalmente no llevaba más dinero encima. Subí hasta arriba del todo sin encontrar banco y al preguntar a un local me dijo que todos los bancos estaban en la parte nueva de la ciudad, es decir la parte de abajo. Tuve que volver a bajar hasta abajo y tratar de guardar mi mejor humor diciendo conforme lo hacía a los peregrinos que subían "me gusta tanto que quiero volver a subir y bajar" (claro que su no hubiese bajado y subido de nuevo no hubiera podido detenerme en mi súper restaurante italiano que estaba cerrado todavía en mi primera subida - y claro, no tendría dinero...).
Caminé también con un majísimo matrimonio portugués con quien hablamos de Dios, del mal en el mundo, del psicoanálisis, y nos sentamos a leer Romanos 1.
Llego porfin a Ferreiros con el matrimonio francés para darme cuenta que no hay plazas, que queda una plaza a 4 km, que alguien rápidamente me arrebata delante de mis narices, y hay si no plazas a 7 km. Ya podéis imaginaros como me sentí sobretodo después de haber caminado ya 35 km.
La verdad es que Cristina, la camarera del restaurante del pueblo se portó genial. Nos reservó las plazas a 7 km y el taxi para el matrimonio francés que además se ofreció a llevar mi mochila.
Eran ya algo más de las 17h y volé estos 7 km. Llegué a las 18.30. Volé porque no llevaba mochila (¡Qué diferencia!) y porque así ventilé todo mi mal humor. Tuve tiempo de pensar en como se enfrentan las adversidades y el equilibrio entre planificar y descansar.
La verdad es que aquel albergue fue un regalo. El mejor baño/ducha de todo el camino entre otras cosas.
Lo mejor estaba por llegar. Mis amigos sudafricanos que pensaba ya haber perdido querían darme una sorpresa y sorprenderme en Ferreiros. Se encontraron con el mismo disgusto que yo pero con el añadido de que mi albergue ya estaba completo también y que tendrían que andar 3 km más.les dije que pasaran a descansar y el propietario, sudafricano también, al final ¡les dio plaza! Fue un reencuentro feliz. Acordamos no separarnos más.
Esta mañana todos nos hemos despertado más tarde de lo habitual, eran las 7.30 y el arranque ha sido muy lento. Pero hemos decidido confiar y no agobiarnos y disfrutar. Pero los 42 km se ayer han cobrado hoy y las fuerzas han sido pocas. Hemos decidido parar a los 20 km de caminar reglándonos Dios la última plaza del albergue de la Xunta de Eixere y dándoles a mis amigos sudafricanos la "suite" para minusválidos. Nos acostamos hoy, una vez más, más ricos que ayer y sabiendo que menos ricos que mañana y a la expectativa de lo que mañana traerá.
Si todo va bien en tres días estamos en Santiago.
"¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello." (Santiago 4:13-15)
Creo que es un buen resumen de una de las grandes lecciones que me llevi del camino.
Ayer fue un día difícil... Empecé mal cuando salí antes de que fuera día y una vez más me equivoqué de ruta perdiendo unos 45 km y agotándome casi antes de empezar. Las señales no siempre son claras, pero la noche no ayuda, las prisas tampoco y tener un objetivo muy claro, a veces tampoco.
La etapa del día iba a ser muy corta, unos 18 km, por lo que yo ya me había propuesto alargarla y decidí llegar hasta Ferreiros. Esto hacía una etapa de unos casi 30 km pero sabía que se podía sobrellevar. También decidí que no iba a correr (aunque lo hice) y no iba a entrar en la vorágine de reservar albergue.
La etapa fue muy hermosa. Caminé por momentos con un matrimonio jubilado francés con el que ta había coincidido comiendo con ellos en Sarria en un restaurante italiano fenomenal. Por cierto, cabe decir aquí que en Sarria tuve el segundo percance grave del día: Es una ciudad que sube empinada. Iba buscando un banco porque literalmente no llevaba más dinero encima. Subí hasta arriba del todo sin encontrar banco y al preguntar a un local me dijo que todos los bancos estaban en la parte nueva de la ciudad, es decir la parte de abajo. Tuve que volver a bajar hasta abajo y tratar de guardar mi mejor humor diciendo conforme lo hacía a los peregrinos que subían "me gusta tanto que quiero volver a subir y bajar" (claro que su no hubiese bajado y subido de nuevo no hubiera podido detenerme en mi súper restaurante italiano que estaba cerrado todavía en mi primera subida - y claro, no tendría dinero...).
Caminé también con un majísimo matrimonio portugués con quien hablamos de Dios, del mal en el mundo, del psicoanálisis, y nos sentamos a leer Romanos 1.
Llego porfin a Ferreiros con el matrimonio francés para darme cuenta que no hay plazas, que queda una plaza a 4 km, que alguien rápidamente me arrebata delante de mis narices, y hay si no plazas a 7 km. Ya podéis imaginaros como me sentí sobretodo después de haber caminado ya 35 km.
La verdad es que Cristina, la camarera del restaurante del pueblo se portó genial. Nos reservó las plazas a 7 km y el taxi para el matrimonio francés que además se ofreció a llevar mi mochila.
Eran ya algo más de las 17h y volé estos 7 km. Llegué a las 18.30. Volé porque no llevaba mochila (¡Qué diferencia!) y porque así ventilé todo mi mal humor. Tuve tiempo de pensar en como se enfrentan las adversidades y el equilibrio entre planificar y descansar.
La verdad es que aquel albergue fue un regalo. El mejor baño/ducha de todo el camino entre otras cosas.
Lo mejor estaba por llegar. Mis amigos sudafricanos que pensaba ya haber perdido querían darme una sorpresa y sorprenderme en Ferreiros. Se encontraron con el mismo disgusto que yo pero con el añadido de que mi albergue ya estaba completo también y que tendrían que andar 3 km más.les dije que pasaran a descansar y el propietario, sudafricano también, al final ¡les dio plaza! Fue un reencuentro feliz. Acordamos no separarnos más.
Esta mañana todos nos hemos despertado más tarde de lo habitual, eran las 7.30 y el arranque ha sido muy lento. Pero hemos decidido confiar y no agobiarnos y disfrutar. Pero los 42 km se ayer han cobrado hoy y las fuerzas han sido pocas. Hemos decidido parar a los 20 km de caminar reglándonos Dios la última plaza del albergue de la Xunta de Eixere y dándoles a mis amigos sudafricanos la "suite" para minusválidos. Nos acostamos hoy, una vez más, más ricos que ayer y sabiendo que menos ricos que mañana y a la expectativa de lo que mañana traerá.
Si todo va bien en tres días estamos en Santiago.
19 septiembre 2012
19 Se hace camino al andar: Triacastela - Vilachá 42 km
Salida 7.00 - Llegada 18.30
Sí, habéis leído bien. He caminado casi doce horas. He caminado 42 km. Estoy agotada, pero gracias a Dios bien. Mañana os cuento más.
Sí, habéis leído bien. He caminado casi doce horas. He caminado 42 km. Estoy agotada, pero gracias a Dios bien. Mañana os cuento más.
18 septiembre 2012
18 Se hace camino al andar: O'Cebreiro - Triacastela 21,1 km
Salida 7.30 - Llegada 14.00
El equipaje de un peregrino es ligero o debería serlo. Una cosa es llevar peso excesivo un día y otra cosa es cargarlo día tras día. Recomiendan que llevemos un 10% de nuestro peso. Yo debería llevar no más de 6 kg. El
Otro día alguien me dijo que mi mochila pesaba 9 kg. No la he pesado.
Como decía son pocas cosas y no es difícil controlarlo pero me daría mucha curiosidad saber la de cosas que loa hoapitaleros se dejan en el albergue. Esta mañana una chica vino preguntando quien se había dejado un teléfono mostrándolo. Unos minutos más tarde un joven iba buscando algo y le pregunté. Estaba buscando su teléfono. ¡La chica seguía allí! Le dio un fuerte abrazo. Otro peregrino se dejó el teléfono en el albergue, lo habían encontrado y hoy llamé para tramitar el envío. El otro día fui al baño una última vez antes de salir. Nunca hay jabón en el albergue para lavarse las manos. Pero alguien dejó una cajita que parecía una jabonera y pensé "¡Qué bien!" Que susto me llevé al abrir y comprobar que era ¡una dentadura! ¿Quién podría dejarse algo así? Nos hemos reído varias veces ya pensando en ello.
La mañana ha sido diferente porque arriba en las alturas de O'Cebreiro había mucha niebla y ha durado un buen rato. He hecho algunas fotos hermosas. Teníamos presente que iba a ser mayoría bajada pero nos ha sorprendido el camino todavía con alguna subida. Se va preparado pero nunca al detalle de lo que ha de venir. Después de una subida pronunciada había gente quitándose jerseys y reposando. 100 metros más tarde nos esperaba un café con unas vistas increíbles. Allí hemos tomado nuestro café de la mañana. Me ha pasado en alguna otra ocasión... Una de ellas tener que usar un baño "natural" para pocos metros después encontrarme un café....
Hemos recorrido nuestra etapa una vez más comentando muchas cosas de la vida y de la fe. Una de las cosas de las que henos hablado es la de no juzgar a los demás, algo muy común de hacer incluso en el camino. Y ¡qué difícil no hacer! Cara y Däniel me han invitado hoy a leer la Biblia con ellos. Hemos leído justamente Santiago 3 que entre muchas otras cosas ¡habla de esto!Lo hemos hecho delante de un espectáculo de nuestro creador.
Al final de etapa todos hemos acabado con planes diferentes y es que es difícil ponerse de acuerdo e ir al ritmo unos de otros.
Hay mucho estrés ya con la cuestión de alojamientos y etapas. La Xunta de Galicia parece tener menos albergues municipales y los albergues privados son mucho más caros que en las demás comunidades. Trato de mantener la calma y confiar en que Dios provee del lugar adecuado en el momento adecuado. Mañana creo que trataré de pasar el final de la etapa típica e inicio para muchos por ser el límite de los 100 km, los mínimos que hay que hacer andando para que te den la Compostela: Sarria.
El equipaje de un peregrino es ligero o debería serlo. Una cosa es llevar peso excesivo un día y otra cosa es cargarlo día tras día. Recomiendan que llevemos un 10% de nuestro peso. Yo debería llevar no más de 6 kg. El
Otro día alguien me dijo que mi mochila pesaba 9 kg. No la he pesado.
Como decía son pocas cosas y no es difícil controlarlo pero me daría mucha curiosidad saber la de cosas que loa hoapitaleros se dejan en el albergue. Esta mañana una chica vino preguntando quien se había dejado un teléfono mostrándolo. Unos minutos más tarde un joven iba buscando algo y le pregunté. Estaba buscando su teléfono. ¡La chica seguía allí! Le dio un fuerte abrazo. Otro peregrino se dejó el teléfono en el albergue, lo habían encontrado y hoy llamé para tramitar el envío. El otro día fui al baño una última vez antes de salir. Nunca hay jabón en el albergue para lavarse las manos. Pero alguien dejó una cajita que parecía una jabonera y pensé "¡Qué bien!" Que susto me llevé al abrir y comprobar que era ¡una dentadura! ¿Quién podría dejarse algo así? Nos hemos reído varias veces ya pensando en ello.
La mañana ha sido diferente porque arriba en las alturas de O'Cebreiro había mucha niebla y ha durado un buen rato. He hecho algunas fotos hermosas. Teníamos presente que iba a ser mayoría bajada pero nos ha sorprendido el camino todavía con alguna subida. Se va preparado pero nunca al detalle de lo que ha de venir. Después de una subida pronunciada había gente quitándose jerseys y reposando. 100 metros más tarde nos esperaba un café con unas vistas increíbles. Allí hemos tomado nuestro café de la mañana. Me ha pasado en alguna otra ocasión... Una de ellas tener que usar un baño "natural" para pocos metros después encontrarme un café....
Hemos recorrido nuestra etapa una vez más comentando muchas cosas de la vida y de la fe. Una de las cosas de las que henos hablado es la de no juzgar a los demás, algo muy común de hacer incluso en el camino. Y ¡qué difícil no hacer! Cara y Däniel me han invitado hoy a leer la Biblia con ellos. Hemos leído justamente Santiago 3 que entre muchas otras cosas ¡habla de esto!Lo hemos hecho delante de un espectáculo de nuestro creador.
Al final de etapa todos hemos acabado con planes diferentes y es que es difícil ponerse de acuerdo e ir al ritmo unos de otros.
Hay mucho estrés ya con la cuestión de alojamientos y etapas. La Xunta de Galicia parece tener menos albergues municipales y los albergues privados son mucho más caros que en las demás comunidades. Trato de mantener la calma y confiar en que Dios provee del lugar adecuado en el momento adecuado. Mañana creo que trataré de pasar el final de la etapa típica e inicio para muchos por ser el límite de los 100 km, los mínimos que hay que hacer andando para que te den la Compostela: Sarria.
17 septiembre 2012
17 Se hace camino al andar: Pereje - O'Cebreiro 21,5 km
Salida 7.19 - Llegada 13.40
Dicen que esta es la etapa reina del camino por los 800 metros de desnivel que tiene la etapa. El ascenso es de unos 600 metros en 7 km. Osea que el esfuerzo en el tramo final de la etapa es considerable. Fue con esa previsión que ayer ahorré 5 km de la etapa propuesta.
Salgo una de las últimas del albergue y son solo las 7.15. Las noches ya son más largas y tengo que usar linterna. La gente tiene como una obsesión en salir temprano. No lo acabo de entender y me niego. Es difícil ver las señales con poca luz y además no se puede admirar el paisaje. Salgo a muy buen ritmo y lo mantengo hasta el km 10 donde ya siento que es tiempo de pausa. Tengo mucho mucho frío. Pero no encuentro nada hasta Ambasmestas. Pero una vez más la espera vale la pena. Es una panadería tradicional con pasteles caseros y un chocolate caliente de muerte. Comparto este tiempo con Cara con quien continúo caminando un rato.
La subida empieza en Hospital y es por un camino estrecho. Gracias a Dios hoy no hace sol y es más soportable. Hay que aminorar el paso y respirar hondo.
En un punto alto alguien me dice que desde el punto en el que está las vistas son increíbles y lo son. Decido hacer una pausa más larga para leer el Salmo 25 y reponer fuerzas. La belleza de estos difíciles 7 km compensa todos los esfuerzos.
El albergue es una vez más un municipal grande. Me armo de paciencia para aguantar tofo el barullo pero esta vez sí que pido a unos que bajen la voz. Estoy cansada y después del menú que comparto con Fina y Jacinto con quien había caminado al principio me hecho ¡dos siestas! Algo que ha pasado hoy es que hay gente que se ha quedado ¡sin albergue! Hasta el albergue a 5 km estaba lleno. Me da mucha pena que personas e han hecho tanto esfuerzo se queden fuera. Uno se ha instalado a la puerta del albergue, creo que un poco en señal de protesta...
El gran paso de hoy es que hemos ya entrado en Galicia y Santiago ya huele más cerca, solo faltan 152 km. O'Cebreiro es hermoso.
Me preparo para las etapas siguientes pero ya siento que no puedo planificar sola... Así que mañana todavía queda pendiente de ver a donde vamos.
Hoy me ha dolido la espalda seguramente por un desajuste de mochila. ¡Cuánto hay que cuidar el peso y como se lleva el peso! Ni aun habiendo caminado tantos días se puede uno fiar...
Dicen que esta es la etapa reina del camino por los 800 metros de desnivel que tiene la etapa. El ascenso es de unos 600 metros en 7 km. Osea que el esfuerzo en el tramo final de la etapa es considerable. Fue con esa previsión que ayer ahorré 5 km de la etapa propuesta.
Salgo una de las últimas del albergue y son solo las 7.15. Las noches ya son más largas y tengo que usar linterna. La gente tiene como una obsesión en salir temprano. No lo acabo de entender y me niego. Es difícil ver las señales con poca luz y además no se puede admirar el paisaje. Salgo a muy buen ritmo y lo mantengo hasta el km 10 donde ya siento que es tiempo de pausa. Tengo mucho mucho frío. Pero no encuentro nada hasta Ambasmestas. Pero una vez más la espera vale la pena. Es una panadería tradicional con pasteles caseros y un chocolate caliente de muerte. Comparto este tiempo con Cara con quien continúo caminando un rato.
La subida empieza en Hospital y es por un camino estrecho. Gracias a Dios hoy no hace sol y es más soportable. Hay que aminorar el paso y respirar hondo.
En un punto alto alguien me dice que desde el punto en el que está las vistas son increíbles y lo son. Decido hacer una pausa más larga para leer el Salmo 25 y reponer fuerzas. La belleza de estos difíciles 7 km compensa todos los esfuerzos.
El albergue es una vez más un municipal grande. Me armo de paciencia para aguantar tofo el barullo pero esta vez sí que pido a unos que bajen la voz. Estoy cansada y después del menú que comparto con Fina y Jacinto con quien había caminado al principio me hecho ¡dos siestas! Algo que ha pasado hoy es que hay gente que se ha quedado ¡sin albergue! Hasta el albergue a 5 km estaba lleno. Me da mucha pena que personas e han hecho tanto esfuerzo se queden fuera. Uno se ha instalado a la puerta del albergue, creo que un poco en señal de protesta...
El gran paso de hoy es que hemos ya entrado en Galicia y Santiago ya huele más cerca, solo faltan 152 km. O'Cebreiro es hermoso.
Me preparo para las etapas siguientes pero ya siento que no puedo planificar sola... Así que mañana todavía queda pendiente de ver a donde vamos.
Hoy me ha dolido la espalda seguramente por un desajuste de mochila. ¡Cuánto hay que cuidar el peso y como se lleva el peso! Ni aun habiendo caminado tantos días se puede uno fiar...
16 septiembre 2012
16 Se hace camino al andar: Ponferrada - Pereje 31 km
Una persona local de Carrión, que ha hecho el camino, me animó a parar en el albergue de Pereje pasado Villafranca del Bierzo. Esta me animó a fijar mi meta en esta localidad. Pero mi mayor motivación es que la etapa de mañana dicen que es la etapa reina del camino de 28 km con una subida muy pronunciada. Esto más el efecto de la etapa de bajada de ayer en cuatríceps y gemelos me decide totalmente. La elección no me ca a decepcionar. El albergue que pertenece a la comunidad vecinal es una antigua casa de piedra y madera reformada con camas de verdad, solo mermado por el ruido del paso ocasional de los coches por la carretera que tenemos enfrente.
La salida por Ponferrada esta mañana ha sido algo lenta porque las flechas amarillas nos han guiado por todo el casco viejo y hemos tenido que pasar por la farmacia a reponer municiones. Pero de hecho toda la etapa ha sido más lenta. Quizás ha sido, sin apenas percibirlo, una reacción de nuestro cuerpo cansado de ayer. Y la etapa ha sido más larga de lo que había yo calculado.
Hoy salimos un grupo. Un grupo con el que nunca hubiese soñado juntarme. Katherina es de Alemania y apenas va a empezar la universidad. Cara y Däniel son de Sudáfrica y compartimos la misma fe, este año cumplen 40 yvasí lo celebran. Bertrand y Didier son dos amigos jubilados franceses. Los unos velamos por los otros aún en la distancia. Hoy camino casi todo el tiempo con Cara y Däniel. Hablamos de educación, de valores, de vivir en integridad, de lo que nos está enseñando el camino, de como vivir en dependencia de Dios, de como servir a los demás. Es domingo y no podemos ir a la iglesia pero, en un descanso, leen Efesios 6 en Afrikaans, su idioma materno y luego los tres oramos.
Estamos de acuerdo en que el camino es importante y vivir el camino también. Pero también debemos pensar en llegar a destino, seguir las etapas con el objetivo final en mente. Así es con la vida. Quizás querríamos perpetuar estos "mejores momentos" pero nunca es realista. La vida avanza con sus buenos y no tan buenos momentos pero todos son parte de la vida y de todo podemos aprender y crecer. Solo cabe disponer nuestro corazón.
Andando y viviendo el camino hoy lo he disfrutado. Por la increíble belleza de lo que Dios ha creado, por el increíble poder de la comunidad.
La salida por Ponferrada esta mañana ha sido algo lenta porque las flechas amarillas nos han guiado por todo el casco viejo y hemos tenido que pasar por la farmacia a reponer municiones. Pero de hecho toda la etapa ha sido más lenta. Quizás ha sido, sin apenas percibirlo, una reacción de nuestro cuerpo cansado de ayer. Y la etapa ha sido más larga de lo que había yo calculado.
Hoy salimos un grupo. Un grupo con el que nunca hubiese soñado juntarme. Katherina es de Alemania y apenas va a empezar la universidad. Cara y Däniel son de Sudáfrica y compartimos la misma fe, este año cumplen 40 yvasí lo celebran. Bertrand y Didier son dos amigos jubilados franceses. Los unos velamos por los otros aún en la distancia. Hoy camino casi todo el tiempo con Cara y Däniel. Hablamos de educación, de valores, de vivir en integridad, de lo que nos está enseñando el camino, de como vivir en dependencia de Dios, de como servir a los demás. Es domingo y no podemos ir a la iglesia pero, en un descanso, leen Efesios 6 en Afrikaans, su idioma materno y luego los tres oramos.
Estamos de acuerdo en que el camino es importante y vivir el camino también. Pero también debemos pensar en llegar a destino, seguir las etapas con el objetivo final en mente. Así es con la vida. Quizás querríamos perpetuar estos "mejores momentos" pero nunca es realista. La vida avanza con sus buenos y no tan buenos momentos pero todos son parte de la vida y de todo podemos aprender y crecer. Solo cabe disponer nuestro corazón.
Andando y viviendo el camino hoy lo he disfrutado. Por la increíble belleza de lo que Dios ha creado, por el increíble poder de la comunidad.
15 septiembre 2012
15 Se hace camino al andar: Foncebadón - Ponferrada 27,3 km
Salida 7.30 - Llegada 16.00
La noche no ha sido muy buena. Mi cuerpo responde muy bien durante el día pero los dolores por la noche se disparan y doy vueltas y vueltas tratando de buscar una postura cómoda. Además los ronquidos son...
Sabemos que hoy la etapa tiene una dificultad seria: ¡1000 metros de desnivel de bajada! Como dicen "las subidas cansan, las bajadas duelen".
He decidido no salir tan temprano por dos razones: 1) Hace demasiado frío temprano. 2) No se ve nada y esta mañana quiero ver el paisaje desde las alturas y la Cruz de Hierro que está a unos 2 kilómetros. Los hospitaleros no se levantan por nosotros. Imagino que se fueron a dormir tarde porque hoy era su último día. Tratamos de dejar lo del desayuno lo mejor posible.
Curiosamente no hace frío y muy pronto tengo que quitarme una capa. Quiero hacer la subida a la cruz en silencio aunque no todo el mundo opina lo mismo. Las vistas son espectaculares y el amanecer precioso. Esta es la recompensa de subir: las vista.
Mucha de la gente se ha acumulado en la Cruz de Hierro. La tradición dice que tenías que traer una piedra desde tu lugar de origen del tamaño de tu pecado y dejarla en la cruz. Después de las fotos pertinentes me paro a contemplar la cruz en agradecimiento a Dios por su increíble regalo. No hay pecado que Él no pueda perdonar. No hay pecado que yo tenga que seguir llevando.
Al poco veo a una de las chicas don la quien compartí albergue la noche pasada en evidente emoción a la vez que contempla la cruz. Me acerco y le digo "¿Estás bien? ¿Puedo orar por ti?" Ne mira y se hecha a llorar y me enseña su piedra diciéndome "llevo una gran piedra". Le digo que ha de dejarla a Jesús, que Él va a cargarla". Me da las gracias y me retiro orando por ella para que Aquél que prometió hacernos libres la libere. La gente no cree en Dios o no vive para Dios, sin embargo la cruz está repleta de piedras... La gente necesita a Dios y no lo sabe.
El descenso es, como ya se sabía, duro pero a la vez divertido (me imaginaba por las pistas de esquí deslizándome) y muy muy hermoso. El paisaje es increíble. Doy gracias a Dios por tal espectáculo. ¡Mañana habrá que ver las piernas...!
La etapa se hace algo larga además por la calor y el último tramo de asfalto. Cada mañana caminamos con el sol a nuestras espaldas. Los peregrinos inauguramos una nueva moda de bronceado: ¡antebrazos y gemelos!
La llegada al albergue municipal de Ponferrada es un alivio, además es un lugar muy agradable y hay tantas caras conocidas.
Después de hacer descansar las piernas un poco salgo con unos amigos sudafricanos a ver la ciudad, hacer cuatro compras y cenar "huevos rotos con chicho" y vino del Bierzo. Hoy somos muchos en la habitación y me ha tocado en las "alturas". A ver que tal...
La noche no ha sido muy buena. Mi cuerpo responde muy bien durante el día pero los dolores por la noche se disparan y doy vueltas y vueltas tratando de buscar una postura cómoda. Además los ronquidos son...
Sabemos que hoy la etapa tiene una dificultad seria: ¡1000 metros de desnivel de bajada! Como dicen "las subidas cansan, las bajadas duelen".
He decidido no salir tan temprano por dos razones: 1) Hace demasiado frío temprano. 2) No se ve nada y esta mañana quiero ver el paisaje desde las alturas y la Cruz de Hierro que está a unos 2 kilómetros. Los hospitaleros no se levantan por nosotros. Imagino que se fueron a dormir tarde porque hoy era su último día. Tratamos de dejar lo del desayuno lo mejor posible.
Curiosamente no hace frío y muy pronto tengo que quitarme una capa. Quiero hacer la subida a la cruz en silencio aunque no todo el mundo opina lo mismo. Las vistas son espectaculares y el amanecer precioso. Esta es la recompensa de subir: las vista.
Mucha de la gente se ha acumulado en la Cruz de Hierro. La tradición dice que tenías que traer una piedra desde tu lugar de origen del tamaño de tu pecado y dejarla en la cruz. Después de las fotos pertinentes me paro a contemplar la cruz en agradecimiento a Dios por su increíble regalo. No hay pecado que Él no pueda perdonar. No hay pecado que yo tenga que seguir llevando.
Al poco veo a una de las chicas don la quien compartí albergue la noche pasada en evidente emoción a la vez que contempla la cruz. Me acerco y le digo "¿Estás bien? ¿Puedo orar por ti?" Ne mira y se hecha a llorar y me enseña su piedra diciéndome "llevo una gran piedra". Le digo que ha de dejarla a Jesús, que Él va a cargarla". Me da las gracias y me retiro orando por ella para que Aquél que prometió hacernos libres la libere. La gente no cree en Dios o no vive para Dios, sin embargo la cruz está repleta de piedras... La gente necesita a Dios y no lo sabe.
El descenso es, como ya se sabía, duro pero a la vez divertido (me imaginaba por las pistas de esquí deslizándome) y muy muy hermoso. El paisaje es increíble. Doy gracias a Dios por tal espectáculo. ¡Mañana habrá que ver las piernas...!
La etapa se hace algo larga además por la calor y el último tramo de asfalto. Cada mañana caminamos con el sol a nuestras espaldas. Los peregrinos inauguramos una nueva moda de bronceado: ¡antebrazos y gemelos!
La llegada al albergue municipal de Ponferrada es un alivio, además es un lugar muy agradable y hay tantas caras conocidas.
Después de hacer descansar las piernas un poco salgo con unos amigos sudafricanos a ver la ciudad, hacer cuatro compras y cenar "huevos rotos con chicho" y vino del Bierzo. Hoy somos muchos en la habitación y me ha tocado en las "alturas". A ver que tal...
14 septiembre 2012
14 Se hace camino al andar: Astorga - Foncebadón 25,9 km
Salida 8.45 - Llegada 14.45
Hoy se ha hecho tarde y ya estoy en cama. Las luces acaban de apagarse, puntualmente como dijeron a la 22.00. Pero mañana no puede haber ruido hasta las 6.00.
Esta mañana salí más tarde porque tenía que pasar por correos, y claro que correos no madruga para los peregrinos. Pensaba que al salir tan tarde sería de las últimas y salí a buen paso. No me topé con mis amigos de siempre pero ¡si hay gente que sale más tarde!
He tenido un clima, todos estos días, más que fenomenal por lo que podría ser. Ni un día de lluvia ni calores insoportables. Pero hoy la sorpresa ha sido que aun y saliendo a las 8.45 las temperaturas eran muy bajas (11º) - ¡estaba helada! - y luego a partir de las diez ya hacía mucho calor haciéndose más difícil al mediodía. Además se ha añadido la dificultad de que ya leí que hoy la subida sería progresiva pero había olvidado que los últimos 8 Km sería más difícil. Con el calor ha sido un desafío. Mi tendencia cuando estoy cansada es apretar el paso y he llegado bien cansada. Además hoy he hecho un error y ha sido no recargar el agua cuando debía. ¡Y cuán importante es el agua en el camino! Sabía que me iba a faltar y fui dosificando pero quiero creer que casi ha sido como que el agua se iba reponiendo. Yo creo que el Señor me ha ido proveyendo. Y me ha hecho pensar en la idea de "tener sed de Él", así quiero yo tener sed del Señor.
El paisaje hoy ha cambiado radicalmente. Al principio todavía algunos campos de cereales pero ya con más arbustos y los montes al fondo (que ya se divisaban llegando a Astorga). Conforme íbamos avanzando la vegetación se ha ido haciendo más intensa y los montes se han ido acercando. A dos kilómetros de Rabanal nos hemos ido adentrando y sin darme apenas cuenta estábamos dentro de los montes y pronto ya me sentía encima de ellos pensando "ya llego, ya llego" pero no llegaba... El
monte engaña... La subida ha sido difícil pero también buena la recompensa cuando he llegado al albergue parroquial y he visto que todavía habían plazas y que me iba a encontrar con mis amigos y con otros nuevos. E íbamos a cenar juntos un potaje de lentejas riquísimo al puro ambiente estilo del camino (¡he hecho de traductora de nuevo!). Antes pasamos con unos amigos por un restaurante medieval que hay en el pueblo (Foncebadón está prácticamente en ruinas y abandonado si no fuera por el restaurante y albergues al servicio de los peregrinos) a tomar una copa de vino y nos han cobrado 60 céntimos por vaso. Me he quedado parada y la camarera me ha confirmado diciendo "sí, es muy barato".
Curiosamente el inicio de la subida más difícil ha coincidido con el inicio de muchas cruces en la valla paralela puestos, con trozos de ramas y con piedras, por decenas de peregrinos. No creo exagerar si digo que esto ha sido por más de un kilómetro. Y me ha venido a la mente cuando Jesús dice que tenemos que estar dispuestos a tomar nuestra cruz y seguirle. ¿Estoy? ¡Quiero estar!
Hoy se ha hecho tarde y ya estoy en cama. Las luces acaban de apagarse, puntualmente como dijeron a la 22.00. Pero mañana no puede haber ruido hasta las 6.00.
Esta mañana salí más tarde porque tenía que pasar por correos, y claro que correos no madruga para los peregrinos. Pensaba que al salir tan tarde sería de las últimas y salí a buen paso. No me topé con mis amigos de siempre pero ¡si hay gente que sale más tarde!
He tenido un clima, todos estos días, más que fenomenal por lo que podría ser. Ni un día de lluvia ni calores insoportables. Pero hoy la sorpresa ha sido que aun y saliendo a las 8.45 las temperaturas eran muy bajas (11º) - ¡estaba helada! - y luego a partir de las diez ya hacía mucho calor haciéndose más difícil al mediodía. Además se ha añadido la dificultad de que ya leí que hoy la subida sería progresiva pero había olvidado que los últimos 8 Km sería más difícil. Con el calor ha sido un desafío. Mi tendencia cuando estoy cansada es apretar el paso y he llegado bien cansada. Además hoy he hecho un error y ha sido no recargar el agua cuando debía. ¡Y cuán importante es el agua en el camino! Sabía que me iba a faltar y fui dosificando pero quiero creer que casi ha sido como que el agua se iba reponiendo. Yo creo que el Señor me ha ido proveyendo. Y me ha hecho pensar en la idea de "tener sed de Él", así quiero yo tener sed del Señor.
El paisaje hoy ha cambiado radicalmente. Al principio todavía algunos campos de cereales pero ya con más arbustos y los montes al fondo (que ya se divisaban llegando a Astorga). Conforme íbamos avanzando la vegetación se ha ido haciendo más intensa y los montes se han ido acercando. A dos kilómetros de Rabanal nos hemos ido adentrando y sin darme apenas cuenta estábamos dentro de los montes y pronto ya me sentía encima de ellos pensando "ya llego, ya llego" pero no llegaba... El
monte engaña... La subida ha sido difícil pero también buena la recompensa cuando he llegado al albergue parroquial y he visto que todavía habían plazas y que me iba a encontrar con mis amigos y con otros nuevos. E íbamos a cenar juntos un potaje de lentejas riquísimo al puro ambiente estilo del camino (¡he hecho de traductora de nuevo!). Antes pasamos con unos amigos por un restaurante medieval que hay en el pueblo (Foncebadón está prácticamente en ruinas y abandonado si no fuera por el restaurante y albergues al servicio de los peregrinos) a tomar una copa de vino y nos han cobrado 60 céntimos por vaso. Me he quedado parada y la camarera me ha confirmado diciendo "sí, es muy barato".
Curiosamente el inicio de la subida más difícil ha coincidido con el inicio de muchas cruces en la valla paralela puestos, con trozos de ramas y con piedras, por decenas de peregrinos. No creo exagerar si digo que esto ha sido por más de un kilómetro. Y me ha venido a la mente cuando Jesús dice que tenemos que estar dispuestos a tomar nuestra cruz y seguirle. ¿Estoy? ¡Quiero estar!
13 septiembre 2012
13 Se hace camino al andar: San Martín del Camino - Astorga 24,2 km
Salida 7.00 - Llegada 13.30
Si bien el albergue ha sido probablemente el peor de todos... Es la noche que mejor he dormido. Ayer opté por quedarme estirada el máximo de tiempo por la tarde por reposar mis pies. Creo que fue una decisión acertada puesto que hoy solo me han sido difíciles los últimos 2/3 km. Esta mañana me he despertado en sobresalto al darme cuenta que ya eran las 6.30. ¡Tarde! Y esto a pesar de que ayer me dormí de inmediato a las 21.30. Quizás estoy cansada... (ja, ja).
Salí lo antes posible del albergue después de comerme un pan con queso pero opté por la bebida caliente en otro lugar más apetecible. El primer tramo fue una vez más en paralelo a la N-120 pero el amanecer ha sido espectacular. Hoy hemos tenido la opción de una variante y, a pesar de alargar un poco la ruta ha sido una excelente decisión. Ha sido hermoso. El paso primero por el Puente de Órbigo es espectacular. Dicen que es el puente más hermoso del camino. Yo no había cruzado un puente tan largo en España antes. Nuestros pasos se encaminan entonces a Villares de Órbigo donde hacemos nuestra parada rutinaria para el café. Queriendo ayudar a unos amigos franceses a pedir el suyo me veo enzarzada en una discusión con la camarera sobre como se piden los cafés en Castilla-León. Parece que cada región de España tiene una forma diferente, "es muy complicado" me dice la camarera. Le propongo que un artículo para todos los cafés y restaurantes del camino la harían famosa...
Cuantos más días pasan más nos vamos conociendo unos y otros y hay tiempo para compartir y tiempo para andar en solitario y meterse uno en sus propios pensamientos. Camino hoy un rato con una joven alemana que está a punto de empezar la universidad. Estudiará psicología porque en un tiempo muy difícil de su vida psicólogos la ayudaron mucho y quiere poder hacer lo mismo con las personas. Fue en esta etapa de su vida que decidió que un día haría el camino.
A 6 kilómetros de Astorga, mi destino final, tengo otro encuentro interesante: "La casa de los Dioses" llevado por David, un joven de Barcelona que se cansó del egoísmo de la gente y decidió después de hacer el camino cambiar de vida de forma radical. Vive de forma precaria, dice sin agua y electricidad, todo el año. Dice también que el 2012 es el fin del mundo (¡ojo! no de la vida) porque el egoísmo ha llegado a su punto culminante. En el 2013 empieza el mundo del altruismo. La gente tiene que morir a sí misma y ya no necesita más conocimiento. Después de escucharle un rato y no conseguir dar mi opinión me da un abrazo y nos despedimos.
Llego a Astorga con mucha ilusión por ser el pueblo de nacimiento de nuestro querido amigo de familia Ricardo de quien hablé hace dos días y escojo el
Albergue municipal que está genial. Y me dirijo a hacer un reconocimiento rápido de Astorga y buscar algún sitio para comer. Escojo la Taberna de Xema porque ofrece comida a precios muy interesantes. Optó por el plato típico de Astorga el cocido Maragato, cuya ración solo cuesta 6 euros. El camarero me dice que están acabando de prepararlo y que tardarán 30 mn pero no tengo prisa.. Así que me siento al sol a esperar. Una mujer que llega después me pregunta si me importa que se siente a mi mesa. No tengo problemas. Y comenzamos a hablar. Entre otras cosas me dice que seguramente el camarero ha entendido que quería el cocido entero y que hay que aclararlo. ¡La mujer tenía razón! Seguimos conversando, hasta la mujer se me emociona, nos sirven la comida, me dice que tiene la costumbre de dar las gracias a Dios por ella, le pido que porfavor de las gracias por las dos, me invita al vino y al pan diciendo "con pan y vino se hace el camino" y más adelante me dice que hace masajes y que si quiero que me haga un masaje de pies. ¡Cómo voy a decirle que no! La conversación y la comida se alargan, nos dirigimos después hacia su coche donde tiene que buscar el gel, nos vamos a un parque y empieza ¡el mejor masaje nunca recibido! Todo acompañado claro con excelente conversación que va desde niñez, familia, costumbres, Dios y fe. Se nos va el tiempo... ¡Nos despedimos a las 18.30! Tengo entonces que correr un poco para visitar Astorga mínimamente, comprar 4 cosas en el supermercado y comer unos mantecados y hojaldres típicos de allí.
Estrella ha sido un gran regalo hoy. Gracias Señor por estrellas y ángeles que pones en nuestro camino. Dios te bendiga Estrella.
Si bien el albergue ha sido probablemente el peor de todos... Es la noche que mejor he dormido. Ayer opté por quedarme estirada el máximo de tiempo por la tarde por reposar mis pies. Creo que fue una decisión acertada puesto que hoy solo me han sido difíciles los últimos 2/3 km. Esta mañana me he despertado en sobresalto al darme cuenta que ya eran las 6.30. ¡Tarde! Y esto a pesar de que ayer me dormí de inmediato a las 21.30. Quizás estoy cansada... (ja, ja).
Salí lo antes posible del albergue después de comerme un pan con queso pero opté por la bebida caliente en otro lugar más apetecible. El primer tramo fue una vez más en paralelo a la N-120 pero el amanecer ha sido espectacular. Hoy hemos tenido la opción de una variante y, a pesar de alargar un poco la ruta ha sido una excelente decisión. Ha sido hermoso. El paso primero por el Puente de Órbigo es espectacular. Dicen que es el puente más hermoso del camino. Yo no había cruzado un puente tan largo en España antes. Nuestros pasos se encaminan entonces a Villares de Órbigo donde hacemos nuestra parada rutinaria para el café. Queriendo ayudar a unos amigos franceses a pedir el suyo me veo enzarzada en una discusión con la camarera sobre como se piden los cafés en Castilla-León. Parece que cada región de España tiene una forma diferente, "es muy complicado" me dice la camarera. Le propongo que un artículo para todos los cafés y restaurantes del camino la harían famosa...
Cuantos más días pasan más nos vamos conociendo unos y otros y hay tiempo para compartir y tiempo para andar en solitario y meterse uno en sus propios pensamientos. Camino hoy un rato con una joven alemana que está a punto de empezar la universidad. Estudiará psicología porque en un tiempo muy difícil de su vida psicólogos la ayudaron mucho y quiere poder hacer lo mismo con las personas. Fue en esta etapa de su vida que decidió que un día haría el camino.
A 6 kilómetros de Astorga, mi destino final, tengo otro encuentro interesante: "La casa de los Dioses" llevado por David, un joven de Barcelona que se cansó del egoísmo de la gente y decidió después de hacer el camino cambiar de vida de forma radical. Vive de forma precaria, dice sin agua y electricidad, todo el año. Dice también que el 2012 es el fin del mundo (¡ojo! no de la vida) porque el egoísmo ha llegado a su punto culminante. En el 2013 empieza el mundo del altruismo. La gente tiene que morir a sí misma y ya no necesita más conocimiento. Después de escucharle un rato y no conseguir dar mi opinión me da un abrazo y nos despedimos.
Llego a Astorga con mucha ilusión por ser el pueblo de nacimiento de nuestro querido amigo de familia Ricardo de quien hablé hace dos días y escojo el
Albergue municipal que está genial. Y me dirijo a hacer un reconocimiento rápido de Astorga y buscar algún sitio para comer. Escojo la Taberna de Xema porque ofrece comida a precios muy interesantes. Optó por el plato típico de Astorga el cocido Maragato, cuya ración solo cuesta 6 euros. El camarero me dice que están acabando de prepararlo y que tardarán 30 mn pero no tengo prisa.. Así que me siento al sol a esperar. Una mujer que llega después me pregunta si me importa que se siente a mi mesa. No tengo problemas. Y comenzamos a hablar. Entre otras cosas me dice que seguramente el camarero ha entendido que quería el cocido entero y que hay que aclararlo. ¡La mujer tenía razón! Seguimos conversando, hasta la mujer se me emociona, nos sirven la comida, me dice que tiene la costumbre de dar las gracias a Dios por ella, le pido que porfavor de las gracias por las dos, me invita al vino y al pan diciendo "con pan y vino se hace el camino" y más adelante me dice que hace masajes y que si quiero que me haga un masaje de pies. ¡Cómo voy a decirle que no! La conversación y la comida se alargan, nos dirigimos después hacia su coche donde tiene que buscar el gel, nos vamos a un parque y empieza ¡el mejor masaje nunca recibido! Todo acompañado claro con excelente conversación que va desde niñez, familia, costumbres, Dios y fe. Se nos va el tiempo... ¡Nos despedimos a las 18.30! Tengo entonces que correr un poco para visitar Astorga mínimamente, comprar 4 cosas en el supermercado y comer unos mantecados y hojaldres típicos de allí.
Estrella ha sido un gran regalo hoy. Gracias Señor por estrellas y ángeles que pones en nuestro camino. Dios te bendiga Estrella.
12 septiembre 2012
12 Se hace camino al andar: León - San Martín del Camino 25,9 km
Salida 6.50 - Llegada 13.15
Decido empezar dando de nuevo la vuelta al barrio antiguo de León y contemplar una vez más la catedral. No está iluminada pero sí las luces de la plaza. ¡Qué hermosa es esta ciudad!
Las dos primeras horas son sobre el asfalto. Y luego el camino es tedioso paralelo a la N-120 hasta llegar al destino final.
No sé quien inventó los pueblos que son atravesados por tan transitadas carreteras. Uno tiene que cruzar de un lado a otro poniendo su vida casi en juego. En Valverde de la Virgen me quedo sin café (o Colacao) e intento en San Miguel del Camino sin mayor éxito. Doy gracias por la ciruela que Don Agapito, amigo del camino, nos ofrece cariñosamente. Pero lo mejor está por venir... En una parada que hago en un banco en Villadangos del Páramo se me acerca Don Francisco González más comúnmente llamado "Paquito El Paramés" bien conocido en la región por su voz. Onceavo hijo de una familia de agricultores, zapateros y tratantes nunca puede dedicarse a su verdadera pasión: la música, por tener que ayudar en casa. Por fin a sus 42 años decide dar el salto. Se dedica mayormente a la música española pero canta otras variedades también. Le pido si me puede dar el regalo de una canción a lo que asiente entonando "Canto a León". ¡Muy emocionante! Cuento cuatro veces las que me besa antes de despedirnos definitivamente. Don Francisco tiene 77 años.
En el pueblo compro en la panadería una deliciosa "merla" (dulce), para aguantar los últimos cinco kilómetros.
El contraste con el día de ayer en León es grande tanto por el camino paralelo a la carretera como por el pueblo en el que aterrizamos hoy que no es muy emocionante. ¡El albergue también está pegado a la carretera!
Doy gracias a Dios por el privilegio de hablar idiomas. Con el español, francés e inglés ¡puedo hablar con prácticamente todo el mundo! No hay día que no traduzca para alguien. De hecho la gente me busca para ello. Ayer una americana me preguntó donde había aprendido mi español. Es el mejor halago que me han hecho nunca.
Hoy cumplo 12 días de los 24 que tenía para llegar a Santiago. Si mi salud me lo permite, en 12 días más llego.
Decido empezar dando de nuevo la vuelta al barrio antiguo de León y contemplar una vez más la catedral. No está iluminada pero sí las luces de la plaza. ¡Qué hermosa es esta ciudad!
Las dos primeras horas son sobre el asfalto. Y luego el camino es tedioso paralelo a la N-120 hasta llegar al destino final.
No sé quien inventó los pueblos que son atravesados por tan transitadas carreteras. Uno tiene que cruzar de un lado a otro poniendo su vida casi en juego. En Valverde de la Virgen me quedo sin café (o Colacao) e intento en San Miguel del Camino sin mayor éxito. Doy gracias por la ciruela que Don Agapito, amigo del camino, nos ofrece cariñosamente. Pero lo mejor está por venir... En una parada que hago en un banco en Villadangos del Páramo se me acerca Don Francisco González más comúnmente llamado "Paquito El Paramés" bien conocido en la región por su voz. Onceavo hijo de una familia de agricultores, zapateros y tratantes nunca puede dedicarse a su verdadera pasión: la música, por tener que ayudar en casa. Por fin a sus 42 años decide dar el salto. Se dedica mayormente a la música española pero canta otras variedades también. Le pido si me puede dar el regalo de una canción a lo que asiente entonando "Canto a León". ¡Muy emocionante! Cuento cuatro veces las que me besa antes de despedirnos definitivamente. Don Francisco tiene 77 años.
En el pueblo compro en la panadería una deliciosa "merla" (dulce), para aguantar los últimos cinco kilómetros.
El contraste con el día de ayer en León es grande tanto por el camino paralelo a la carretera como por el pueblo en el que aterrizamos hoy que no es muy emocionante. ¡El albergue también está pegado a la carretera!
Doy gracias a Dios por el privilegio de hablar idiomas. Con el español, francés e inglés ¡puedo hablar con prácticamente todo el mundo! No hay día que no traduzca para alguien. De hecho la gente me busca para ello. Ayer una americana me preguntó donde había aprendido mi español. Es el mejor halago que me han hecho nunca.
Hoy cumplo 12 días de los 24 que tenía para llegar a Santiago. Si mi salud me lo permite, en 12 días más llego.
11 septiembre 2012
11 Se hace camino al andar: Reliegos - León 24,6 km
Quizás hoy toca empezar por el final. Desde ayer que he pisado provincia de León ando bien emocionada. Tiene un peso muy significativo para mí. Ricardo Saturio, un muy querido amigo de familia que murió cuando yo estaba en la universidad era de esta provincia. Ricardo fue mi primer profesor de piano; también me enseñó a esquiar y pasamos muchas vacaciones juntos. Recuerdo cuando cogía la guitarra y entonaba con su hermosa voz. Era cariñoso y amante. Y buscaba a Dios. Dios lo encontró.
La entrada a la ciudad de León, el paseo por sus calles y en especial la visita a la catedral me han estremecido de emoción pensando en su recuerdo. Le doy gracias a Dios por tan increíble hombre y por el regalo que fue a mi vida.
Cuando llego de una etapa he de confesar que no tengo fuerzas para mucho y mi mayor deseo es comer, ducharme, ponerme ropa limpia y lavar la sucia y meterme en la cama a dormir y leer. Siento decepcionar a mis muchos amigos cultos, artistas e historiadores del arte. Sí, es verdad que España posee un patrimonio artístico inigualable... Pero además del cansancio post-etapa tengo sentimientos encontrados en cuanto a ello. Quizás algún día os cuente más sobre esto.
Pero hoy es distinto y después de comer y descansar me fuerzo por salir a la calle. La ciudad de León es preciosa, paseo por sus calles, deambulando sin mirar el mapa, sabiendo que tengo como destino la catedral. Tengo que pagar 5 euros para la entrada que incluye el claustro, no hay descuentos para peregrinos. Nunca he entendido como es que para entrar en la casa de Dios se ha de pagar...
La primera impresión es totalmente sobrecogedora y he de retener mis lágrimas. La cantidad de vidrieras y la luz (aunque no en su máxima potencia por la nubes) traspasando por ellas es increíble. Y este era exactamente el propósito del que la diseñó: que el feligrés experimentara la luz que Cristo emana. Ciertamente así es.
Aterrizo después en una de las muchas confiterías de la ciudad. Esta es la Confitería Leonesa y está en la calle Ancha. He probado un dulce típico de la casa increíble.
He salido a muy buen paso del albergue esta mañana, tanto que he tardado 10 minutos en encontrar la dirección adecuada con las flechas amarillas. ¡Y el pueblo es muy pequeño! Pero ya lo hablaba ayer con el hospitalero que tiene que mejorar las señalizaciones y me ha dado la razón. Hago mis casi 25 kilómetros restantes en 5 horas, con una buena parada y el resto a muy buen paso y sin más. Ya estamos dejando atrás las mesetas, pronto el paisaje volverá a cambiar. ¡Qué variado es nuestro país!
Hoy voy a dormir en el convento de las benedictinas ya que el municipal está cerrado. Veo muchas caras conocidas, parece que todos hemos ido a parar aquí. Esta noche cierran la puerta a las 21.30, y si no estás te quedas en la calle...
La entrada a la ciudad de León, el paseo por sus calles y en especial la visita a la catedral me han estremecido de emoción pensando en su recuerdo. Le doy gracias a Dios por tan increíble hombre y por el regalo que fue a mi vida.
Cuando llego de una etapa he de confesar que no tengo fuerzas para mucho y mi mayor deseo es comer, ducharme, ponerme ropa limpia y lavar la sucia y meterme en la cama a dormir y leer. Siento decepcionar a mis muchos amigos cultos, artistas e historiadores del arte. Sí, es verdad que España posee un patrimonio artístico inigualable... Pero además del cansancio post-etapa tengo sentimientos encontrados en cuanto a ello. Quizás algún día os cuente más sobre esto.
Pero hoy es distinto y después de comer y descansar me fuerzo por salir a la calle. La ciudad de León es preciosa, paseo por sus calles, deambulando sin mirar el mapa, sabiendo que tengo como destino la catedral. Tengo que pagar 5 euros para la entrada que incluye el claustro, no hay descuentos para peregrinos. Nunca he entendido como es que para entrar en la casa de Dios se ha de pagar...
La primera impresión es totalmente sobrecogedora y he de retener mis lágrimas. La cantidad de vidrieras y la luz (aunque no en su máxima potencia por la nubes) traspasando por ellas es increíble. Y este era exactamente el propósito del que la diseñó: que el feligrés experimentara la luz que Cristo emana. Ciertamente así es.
Aterrizo después en una de las muchas confiterías de la ciudad. Esta es la Confitería Leonesa y está en la calle Ancha. He probado un dulce típico de la casa increíble.
He salido a muy buen paso del albergue esta mañana, tanto que he tardado 10 minutos en encontrar la dirección adecuada con las flechas amarillas. ¡Y el pueblo es muy pequeño! Pero ya lo hablaba ayer con el hospitalero que tiene que mejorar las señalizaciones y me ha dado la razón. Hago mis casi 25 kilómetros restantes en 5 horas, con una buena parada y el resto a muy buen paso y sin más. Ya estamos dejando atrás las mesetas, pronto el paisaje volverá a cambiar. ¡Qué variado es nuestro país!
Hoy voy a dormir en el convento de las benedictinas ya que el municipal está cerrado. Veo muchas caras conocidas, parece que todos hemos ido a parar aquí. Esta noche cierran la puerta a las 21.30, y si no estás te quedas en la calle...
10 septiembre 2012
10 Se hace camino al andar: Sahagún - Reliegos 30,6 km
Salida 7.07 - Llegada 15.05
A verdad, hoy me veía con pocos ánimos para avanzar y menos sabiendo que idealmente tenía que avanzar 30 km. Me empezó a doler el pie un poco y ya empezaba a temer tendinitis.
Pero después de un buen desayuno y escuchar buenos deseos de un matrimonio francés con el que conversé ayer, que además me han dicho que tengo un acento francés "très jolie", me pongo en marcha.
Camino por detrás de dos franceses, siento que quizás hoy la compañía humana me va a ir bien. A unos 5 km en un cruce conflictivo me cruzo con Fernando (Toledo) con quien voy a caminar el resto de la etapa. Más tarde se nos unirá Enric (Palamós). Esto me va a ayudar hoy mucho. Este es solo el segundo día de caminar para Fernando y ya está pagando el precio de los "novatos" pero ya ha aprendido que "es más sabio preguntar que saber" o que "en el camino hay que ser humilde". Y en cierta manera yo le llevo ya algo de ventaja así que le paso todos los trucos que yo también he aprendido de otros después de cometer mis propios graves errores.
Paramos a tomar un café en un sitio en Bercianos del Real a la entrada misma del pueblo llevado por un croata y su mujer española. Se conocieron haciendo el camino. Vieron la casa en una de las veces que lo hacían y decidieron comprarla y empezar a atender al peregrino. En nuestra conversación le felicito por la limpieza de los baños y por la mini galleta "napolitana"que acompaña mi Colacao. Le explico que estas son las galletas de mi infancia y me regala otra para el camino diciéndome "Buen Camino".
Desde que empecé a caminar he conocido a tres personajes que son parte del camino de otra manera:
- Don José
Ya hablé de él en la etapa en la que le conocí. Sirve cafés y fruta al peregrino después de la empinada subida y bajada del Alto de Mostelares. No cobra nada, solo la voluntad. Le pregunto porque lo hace y me contesta de que él no puede hacer el camino, aunque quisiera, por problemas en las rodillas. Lo hace para distraerse, hace ya 5 años, durante toda la temporada de Abril a Octubre desde las 7.30 de la mañana hasta el mediodía. Pero Don José parece muy triste. Le animo a sonreir más que está más guapo.
- Don Amancio
Lleva trabajando en una tienda de todo lo que un peregrino puede necesitar desde los 15 años. Desde chubasqueros y palos hasta cremas para pies y solares. ¿Sabéis de estas tiendas de nuestros abuelos que lo tienen todo? Pues de esas. Hablamos con él y nos cuenta muchas cosas, nos recomienda productos como un experto, nos tomamos fotos. Al marchar ya le pregunto "¿Señor Amancio, cuántas veces a hecho el Camino?" Me contesta, "ninguna, pero..." Ya no sé lo que sigue... He desconectado. ¿Se puede saber y hablar del camino sin haber andado por él?
- Don...
Olvidé preguntarle su nombre. Lleva un chiringuito en medio de la nada de las mesetas de Castilla. Decidió dejar Barcelona por una vida más tranquila y mejor. Le hago la misma pregunta que al Señor Amancio. Me contesta que él no ha hecho el camino ni lo piensa hacer ni le interesa. Cuando le digo "pero usted cuida al peregrino (el lugar se llama Oasis) me contesta que de cuidar nada que es un negocio. Me despido con dolor en mi corazón al oír un "Buen camino".
A verdad, hoy me veía con pocos ánimos para avanzar y menos sabiendo que idealmente tenía que avanzar 30 km. Me empezó a doler el pie un poco y ya empezaba a temer tendinitis.
Pero después de un buen desayuno y escuchar buenos deseos de un matrimonio francés con el que conversé ayer, que además me han dicho que tengo un acento francés "très jolie", me pongo en marcha.
Camino por detrás de dos franceses, siento que quizás hoy la compañía humana me va a ir bien. A unos 5 km en un cruce conflictivo me cruzo con Fernando (Toledo) con quien voy a caminar el resto de la etapa. Más tarde se nos unirá Enric (Palamós). Esto me va a ayudar hoy mucho. Este es solo el segundo día de caminar para Fernando y ya está pagando el precio de los "novatos" pero ya ha aprendido que "es más sabio preguntar que saber" o que "en el camino hay que ser humilde". Y en cierta manera yo le llevo ya algo de ventaja así que le paso todos los trucos que yo también he aprendido de otros después de cometer mis propios graves errores.
Paramos a tomar un café en un sitio en Bercianos del Real a la entrada misma del pueblo llevado por un croata y su mujer española. Se conocieron haciendo el camino. Vieron la casa en una de las veces que lo hacían y decidieron comprarla y empezar a atender al peregrino. En nuestra conversación le felicito por la limpieza de los baños y por la mini galleta "napolitana"que acompaña mi Colacao. Le explico que estas son las galletas de mi infancia y me regala otra para el camino diciéndome "Buen Camino".
Desde que empecé a caminar he conocido a tres personajes que son parte del camino de otra manera:
- Don José
Ya hablé de él en la etapa en la que le conocí. Sirve cafés y fruta al peregrino después de la empinada subida y bajada del Alto de Mostelares. No cobra nada, solo la voluntad. Le pregunto porque lo hace y me contesta de que él no puede hacer el camino, aunque quisiera, por problemas en las rodillas. Lo hace para distraerse, hace ya 5 años, durante toda la temporada de Abril a Octubre desde las 7.30 de la mañana hasta el mediodía. Pero Don José parece muy triste. Le animo a sonreir más que está más guapo.
- Don Amancio
Lleva trabajando en una tienda de todo lo que un peregrino puede necesitar desde los 15 años. Desde chubasqueros y palos hasta cremas para pies y solares. ¿Sabéis de estas tiendas de nuestros abuelos que lo tienen todo? Pues de esas. Hablamos con él y nos cuenta muchas cosas, nos recomienda productos como un experto, nos tomamos fotos. Al marchar ya le pregunto "¿Señor Amancio, cuántas veces a hecho el Camino?" Me contesta, "ninguna, pero..." Ya no sé lo que sigue... He desconectado. ¿Se puede saber y hablar del camino sin haber andado por él?
- Don...
Olvidé preguntarle su nombre. Lleva un chiringuito en medio de la nada de las mesetas de Castilla. Decidió dejar Barcelona por una vida más tranquila y mejor. Le hago la misma pregunta que al Señor Amancio. Me contesta que él no ha hecho el camino ni lo piensa hacer ni le interesa. Cuando le digo "pero usted cuida al peregrino (el lugar se llama Oasis) me contesta que de cuidar nada que es un negocio. Me despido con dolor en mi corazón al oír un "Buen camino".
09 septiembre 2012
9 Se hace camino al andar: Calzadilla de La Cueza - Sahagún 22,7 km
Salida 7.15 - Llegada 12.30
La siesta siempre toca hacerla con unos decibelios como sonido de fondo más altos de los necesarios (¡qué ruido hacen los españoles! - los franceses no quedan lejos...).
Nono, Antonio de Italia con quien tuve una conversación el otro día entorno a mi sopa castellana de regalo me dijo que hacer el camino era muy bueno por las siguientes razones:
- Ayuda a conocerse a sí mismo.
- Ayuda a conocer sus propios límites.
- Ayuda a conocer sus propias posibilidades más allá de lo que uno cree.
- Ayuda a "redimensionarse".
Me recuerda a lo que la Biblia llama "no tener un concepto más alto de si mismo".
Hoy he tenido que redimensionarme. Hasta ahora había caminado mucho y bien pero hoy ha tocado hacer una etapa más corta. Necesito descansar y tengo algo de dolor en un pie que puede girar a tendinitis si no lo cuido. Estas etapas están siendo difíciles de calcular. Es importante tener una planificación general pero hoy le he dado prioridad al descanso, mañana habrá que ver. La siesta ha sido exquisita aun y con momentos de dolor aquí y allá.
Hoy he dejado atrás la provincia de Palencia y he entrado en la provincia de León. Ya las mesetas se me están haciendo un poco interminables pero quizás se trata más esto de un punto de inflexión que otra cosa.
Durante el camino uno pierde un poco la noción del tiempo. En cierta manera el tiempo se transforma y las prioridades también.
Estas son algunas de las cosas que me encantan del camino.
- El silencio
No hay apenas ruido. Los ruidos que me acompañan constantemente bajo un ritmo regular son mis pasos y mis palos. A veces escucho algún ruido relacionado con la naturaleza como la brisa o algún pájaro (al que vanamente trato de imitar); o bien el murmullo de algún otro peregrino que anda por delante o por detrás; en algunas ocasiones algún coche por la calzada cuando el camino va en paralelo a alguna carretera. Llevo mi música conmigo pero no la he usado ningún día. Me gusta escuchar el silencio y casi me siento invadida a cada vez que llego al albergue y este silencio es interrumpido violentamente.
- La rutina/el ritmo
Cada día la rutina es la misma y hay poca variación: levantarse, prepararse, caminar, comer, ducharse, lavar la ropa, dormir. El ritmo va casi a la par que mi respirar y me proporciona serenidad y orden.
- La sencillez
La sencillez se respira o la busco en todo. Una de las grandes características es por el poco equipaje. No hay grandes sorpresas en mi equipaje. Uno se acostumbra a tener poco y conforme pasan los días se pregunta uno si aun podría vivir con menos (esta mañana noté como si la mochila pesara más y hasta llegué a sospechar de que ¡alguien había puesto piedras en ella!). Llevo solamente dos cambios de ropa. Me pongo uno limpio cuando me he duchado después de el día de caminar y lavo el otro que se seca rápido y guardo en la mochila para el día siguiente. Hoy hice una lavada de lujo al meter las cosas en la lavadora. También busco la sencillez en como escojo el albergue y como escojo comer. Es sano para desintoxicarse del materialismo devorante.
- La improvisación
Si bien hay que planificar mínimamente y mantener mucha disciplina y orden hay mucho lugar para la improvisación y el uso de la creatividad. Puedo decidir donde y cuando me paro a descansar, donde decido dormir, donde y que voy a comer, etc.
¡Cuánto te enseña el camino sobre la vida!
La siesta siempre toca hacerla con unos decibelios como sonido de fondo más altos de los necesarios (¡qué ruido hacen los españoles! - los franceses no quedan lejos...).
Nono, Antonio de Italia con quien tuve una conversación el otro día entorno a mi sopa castellana de regalo me dijo que hacer el camino era muy bueno por las siguientes razones:
- Ayuda a conocerse a sí mismo.
- Ayuda a conocer sus propios límites.
- Ayuda a conocer sus propias posibilidades más allá de lo que uno cree.
- Ayuda a "redimensionarse".
Me recuerda a lo que la Biblia llama "no tener un concepto más alto de si mismo".
Hoy he tenido que redimensionarme. Hasta ahora había caminado mucho y bien pero hoy ha tocado hacer una etapa más corta. Necesito descansar y tengo algo de dolor en un pie que puede girar a tendinitis si no lo cuido. Estas etapas están siendo difíciles de calcular. Es importante tener una planificación general pero hoy le he dado prioridad al descanso, mañana habrá que ver. La siesta ha sido exquisita aun y con momentos de dolor aquí y allá.
Hoy he dejado atrás la provincia de Palencia y he entrado en la provincia de León. Ya las mesetas se me están haciendo un poco interminables pero quizás se trata más esto de un punto de inflexión que otra cosa.
Durante el camino uno pierde un poco la noción del tiempo. En cierta manera el tiempo se transforma y las prioridades también.
Estas son algunas de las cosas que me encantan del camino.
- El silencio
No hay apenas ruido. Los ruidos que me acompañan constantemente bajo un ritmo regular son mis pasos y mis palos. A veces escucho algún ruido relacionado con la naturaleza como la brisa o algún pájaro (al que vanamente trato de imitar); o bien el murmullo de algún otro peregrino que anda por delante o por detrás; en algunas ocasiones algún coche por la calzada cuando el camino va en paralelo a alguna carretera. Llevo mi música conmigo pero no la he usado ningún día. Me gusta escuchar el silencio y casi me siento invadida a cada vez que llego al albergue y este silencio es interrumpido violentamente.
- La rutina/el ritmo
Cada día la rutina es la misma y hay poca variación: levantarse, prepararse, caminar, comer, ducharse, lavar la ropa, dormir. El ritmo va casi a la par que mi respirar y me proporciona serenidad y orden.
- La sencillez
La sencillez se respira o la busco en todo. Una de las grandes características es por el poco equipaje. No hay grandes sorpresas en mi equipaje. Uno se acostumbra a tener poco y conforme pasan los días se pregunta uno si aun podría vivir con menos (esta mañana noté como si la mochila pesara más y hasta llegué a sospechar de que ¡alguien había puesto piedras en ella!). Llevo solamente dos cambios de ropa. Me pongo uno limpio cuando me he duchado después de el día de caminar y lavo el otro que se seca rápido y guardo en la mochila para el día siguiente. Hoy hice una lavada de lujo al meter las cosas en la lavadora. También busco la sencillez en como escojo el albergue y como escojo comer. Es sano para desintoxicarse del materialismo devorante.
- La improvisación
Si bien hay que planificar mínimamente y mantener mucha disciplina y orden hay mucho lugar para la improvisación y el uso de la creatividad. Puedo decidir donde y cuando me paro a descansar, donde decido dormir, donde y que voy a comer, etc.
¡Cuánto te enseña el camino sobre la vida!
8 Se hace camino al andar: Población de Campos - Calzadilla de LaCueza 32,4 km
Salida 6.13 - Llegada 15.00
Hoy ha sido un día largo y pesado. Dormí mal, aun y cuando éramos solo 4 en el albergue y me metí en la cama a gusto con la sopa castellana que me regaló la Señora Carmen del Hotel Amanecer por ayudarla a traducir a unos clientes (y de postre unos kiwis deliciosos) y después de una buena conversación con Antonio (Nono de Italia) que celebra sus 70 años caminando el Camino de Santiago por segunda vez (ya les ha dicho a sus hijos que si se muere durante el camino quiere ser enterrado donde caiga - sus hijos piensan que está loco).
Ha sido una etapa muy tediosa aunque para hacerle totalmente justicia el terreno ha sido favorable. Los primeros 15 kilómetros han sido caminando en un andadero paralelo a la carretera. Con esto he llegado a lo que iba a ser la última localidad antes de llegar a mi destino. He parado a desayunar por segunda vez y he tomado tiempo para reducir la marcha. Los 4 siguientes han sido sobre carretera de asfalto y finalmente los 13 últimos han sido sobre un camino interminable casi 100% sin sombra (y por mi ritmo algo más lento hoy me ha tocado a pleno sol del día).
Quizás hoy he entendido mejor el dicho que "ancha es Castilla" y quizás hoy he experimentado un poco de la razón por la que son temidas las mesetas.
En este paisaje tedioso he cantado en mi cabeza varias veces el Salmo 121:
"Alzaré mis ojos a los montes;
¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.
No dará tu pie al resbaladero,
Ni se dormirá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá
El que guarda a Israel.
Jehová es tu guardador;
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
El sol no te fatigará de día,
Ni la luna de noche.
Jehová te guardará de todo mal;
Él guardará tu alma.
Jehová guardará tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre."
Y he querido enfocarme en Dios como Creador. Es gracioso que mi hermana me ha mandado más tarde por Whatsapp los versículos 14-17 del capítulo 37 de Job:
"Detente, y considera las maravillas de Dios. ¿Sabes tú cómo Dios las pone en concierto, y hace resplandecer la luz de su nube? ¿Has conocido tú las diferencias de las nubes, las maravillas del Perfecto en sabiduría? ¿Por qué están calientes tus vestidos
Cuando él sosiega la tierra con el viento del sur? ¿Extendiste tú con él los cielos, firmes como un espejo fundido?"
Estas son algunas cosas que Dios me ha regalado para deleitarme en Él como Creador:
- La brisa apacible en los momentos que más lo necesitaba.
- Un increíble bello girasol, elevado al sol, amarillo oro, con una flor roja viva a sus pies en medio de un campo desnudo, labrado para volver a sembrar (quizás añadir aquí que ya son varios los días en los que veo inmensos campos de girasoles quemados por la falta de agua - como las viñas, la cosecha está perdida).
- La sombra de algunos árboles plantados como al azar.
- La simetría de los campos y sus creativas texturas.
Dios es Creador. Dios es creativo. Se merece nuestra alabanza.
Lo más chocante del día es que no me he cruzado con ningún peregrino en todo el camino aunque bastantes bicigrinos - entre otros Juan de Lanzarote quien se ha bajado a la entrada de Carrión de los Condes para hacerme una foto - es difícil hacer fotos de uno mismo cuando uno anda solo y si vuelvo sin fotos de mi misma cabe la posibilidad de que cuestionéis si realmente anduve el camino; y de un joven del Hierro que aligeró la marcha un rato para charlar.
Bueno volviendo a los peregrinos. Me crucé con uno en el km 8 que iba al revés pero tampoco estoy segura de que era un peregrino; otro el el kilometro 20 tumbado al solo como estando en el séptimo cielo; unos 3/4 en el kilometro 22 en un chiringuito en medio de la nada. Pero lo más increíble ha sido en el km 23 cuando me he cruzado con Samuel que iba al revés. Lleva desde abril caminando. Llegó a Santiago y ahora ¡camina de vuelta a Barcelona!
Ha sido un día de silencio, que ha sido roto solamente al llegar al jaleo del albergue (del que me he vuelto a alejar para escribir).
Ya estoy a medio camino de Santiago y quizás hoy por primera vez pienso que sí puedo conseguir mi sueño.
Hoy ha sido un día largo y pesado. Dormí mal, aun y cuando éramos solo 4 en el albergue y me metí en la cama a gusto con la sopa castellana que me regaló la Señora Carmen del Hotel Amanecer por ayudarla a traducir a unos clientes (y de postre unos kiwis deliciosos) y después de una buena conversación con Antonio (Nono de Italia) que celebra sus 70 años caminando el Camino de Santiago por segunda vez (ya les ha dicho a sus hijos que si se muere durante el camino quiere ser enterrado donde caiga - sus hijos piensan que está loco).
Ha sido una etapa muy tediosa aunque para hacerle totalmente justicia el terreno ha sido favorable. Los primeros 15 kilómetros han sido caminando en un andadero paralelo a la carretera. Con esto he llegado a lo que iba a ser la última localidad antes de llegar a mi destino. He parado a desayunar por segunda vez y he tomado tiempo para reducir la marcha. Los 4 siguientes han sido sobre carretera de asfalto y finalmente los 13 últimos han sido sobre un camino interminable casi 100% sin sombra (y por mi ritmo algo más lento hoy me ha tocado a pleno sol del día).
Quizás hoy he entendido mejor el dicho que "ancha es Castilla" y quizás hoy he experimentado un poco de la razón por la que son temidas las mesetas.
En este paisaje tedioso he cantado en mi cabeza varias veces el Salmo 121:
"Alzaré mis ojos a los montes;
¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.
No dará tu pie al resbaladero,
Ni se dormirá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá
El que guarda a Israel.
Jehová es tu guardador;
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
El sol no te fatigará de día,
Ni la luna de noche.
Jehová te guardará de todo mal;
Él guardará tu alma.
Jehová guardará tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre."
Y he querido enfocarme en Dios como Creador. Es gracioso que mi hermana me ha mandado más tarde por Whatsapp los versículos 14-17 del capítulo 37 de Job:
"Detente, y considera las maravillas de Dios. ¿Sabes tú cómo Dios las pone en concierto, y hace resplandecer la luz de su nube? ¿Has conocido tú las diferencias de las nubes, las maravillas del Perfecto en sabiduría? ¿Por qué están calientes tus vestidos
Cuando él sosiega la tierra con el viento del sur? ¿Extendiste tú con él los cielos, firmes como un espejo fundido?"
Estas son algunas cosas que Dios me ha regalado para deleitarme en Él como Creador:
- La brisa apacible en los momentos que más lo necesitaba.
- Un increíble bello girasol, elevado al sol, amarillo oro, con una flor roja viva a sus pies en medio de un campo desnudo, labrado para volver a sembrar (quizás añadir aquí que ya son varios los días en los que veo inmensos campos de girasoles quemados por la falta de agua - como las viñas, la cosecha está perdida).
- La sombra de algunos árboles plantados como al azar.
- La simetría de los campos y sus creativas texturas.
Dios es Creador. Dios es creativo. Se merece nuestra alabanza.
Lo más chocante del día es que no me he cruzado con ningún peregrino en todo el camino aunque bastantes bicigrinos - entre otros Juan de Lanzarote quien se ha bajado a la entrada de Carrión de los Condes para hacerme una foto - es difícil hacer fotos de uno mismo cuando uno anda solo y si vuelvo sin fotos de mi misma cabe la posibilidad de que cuestionéis si realmente anduve el camino; y de un joven del Hierro que aligeró la marcha un rato para charlar.
Bueno volviendo a los peregrinos. Me crucé con uno en el km 8 que iba al revés pero tampoco estoy segura de que era un peregrino; otro el el kilometro 20 tumbado al solo como estando en el séptimo cielo; unos 3/4 en el kilometro 22 en un chiringuito en medio de la nada. Pero lo más increíble ha sido en el km 23 cuando me he cruzado con Samuel que iba al revés. Lleva desde abril caminando. Llegó a Santiago y ahora ¡camina de vuelta a Barcelona!
Ha sido un día de silencio, que ha sido roto solamente al llegar al jaleo del albergue (del que me he vuelto a alejar para escribir).
Ya estoy a medio camino de Santiago y quizás hoy por primera vez pienso que sí puedo conseguir mi sueño.
07 septiembre 2012
7 Se hace camino al andar: Castrojeriz - Población de Campos 28,5 km (+aprox. 3 de propina)
Salida 6.07 - Llegada 13.30
No solamente hay diferentes tipos de personas en el camino sino diferentes tipos de motivaciones para hacer el camino.
Esta mañana hablé con María, una chilena afincada en Suecia por media vida. Después de que sus hijos ya son mayores quería hacer algo para ella.
Lauren es una mujer jubilada de Québec y a pesar de su problema en las rodillas está cumpliendo un sueño de toda la vida. Cuida de sus rodillas caminando no más de 20 km diarios.
Susan (Dinamarca) fue abandonada por su marido de la noche a la mañana hace tan solo 6 meses. Se quedó destrozada. Pensó que esto sería una buena idea. La acompaña una buena amiga de años. Después de caminar unos días piensa que sí que puede rehacer su vida.
Bjørn (Dinamarca) perdió a su hija mayor en un accidente de tráfico hace cuatro años. Está en busca de la felicidad.
Alba (España) ha pasado mucho tiempo cediendo a las presiones de los demás. Anda el camino sola y en ella aprende a decidir por si misma.
Esta y muchas otras razones. Pero una razón muy común es tener algún tipo de experiencia espiritual. Algunos son católicos practicantes o menos practicantes. Muchos buscan algo aunque no saben bien bien que. Hace un par de días tuve una conversación muy animada con Fina en la que le expliqué mi fe basada en los pilares: "Sola Scriptura, Sola gratia, Sola fide, Solo Christus".
Hoy hemos salido más temprano ya que Las Mesetas no se pueden hacer bajo el sol. Así que hay que adelantar el máximo de kilómetros por la mañana.
Ya estoy cogiendo más confianza a la noche y con ella esta mañana puse menos atención de la que debía. Giramos a la derecha (animada por mi otro compañero) pero nunca me sentí cómoda. Pero caminamos a buen paso hasta llegar a un cruce y sin volver a ver ninguna flecha amarilla. Allí fue cuando llegué al convencimiento de que nos habíamos equivocado en un cruce. Yo decidí que lo más sensato era volver atrás pero ellos decidieron que seguían. Allí partimos.
La verdad, ¡todo esto me puso de mal humor!
Volví al cruce y allí, ya de día, pude ver lo que había pasado. La señal que nos hizo dudar indicaba mal pero más allá estaba nuestra flecha amarilla. Hubiese sido parar algo más y caminar unos metros para verla (más tarde volvía coincidir con los compañeros que me dijeron al verme "todos los caminos llegan a Roma").
La equivocación tuvo su recompensa... Al ascender una subida muy empinada las vistas eran espectaculares y coincidió con el amanecer. Ya casi no noté el esfuerzo de subida porque todo mi ser estaba sobrecogido por la maravillosa vista. Igualmente sobrecogedora fue la bajada. Si no hubiese hecho vuelta atrás no hubiese tenido este regalo. Si no me hubiese equivocado tampoco porque ¡hubiese estado oscuro!
¿Qué hacer cuando uno se equivoca en el camino? Un par de franceses me dijeron "retroceder, siempre retroceder". Creo que estoy de acuerdo aunque esto me costara unos tres kilómetros suplementarios.
Al poco y caminando con estos franceses (uno de ellos lo llaman el "diesel" porque empieza poco a poco y va ganando fuerza (ya lleva 53 días caminando - dice que a los 20 días ya no se nota nada - me queda todavía un poco para esto), olimos a café y pensamos "que raro, será algún peregrino con termo". ¡No! Era nada más y nada menos que Don José que se dedica a ofrecer café a los peregrinos por la voluntad. No tomo café, pero este café no se podía rechazar. Estaba buenísimo con agua tomada de la misma fuente natural.
La etapa es larga y llega un momento de alto calor. Me pongo la gorra y mojo mi pañuelo en agua y me lo ato alrededor del cuello.
Hoy he llegado a la provincia de Palencia. Decido proseguir ensimismada en mis pensamientos hasta Población de Campos. Estoy contenta con mi elección. Todo aquí está muy tranquilo y me ahorro casi 4 km de una larguísima etapa mañana.
Escribo desde la parte "hotel" del albergue donde hay conexión wifi y la señora Carmen me ha pedido que le haga de traductora con unos holandeses. Me ha recompensado con un vino de la región. Con esto voy a volver a mi albergue de peregrina y poner la sopita al fuego aunque parece que la señora Carmen quiere agradecerme la traducción con una sopa castellana.
No solamente hay diferentes tipos de personas en el camino sino diferentes tipos de motivaciones para hacer el camino.
Esta mañana hablé con María, una chilena afincada en Suecia por media vida. Después de que sus hijos ya son mayores quería hacer algo para ella.
Lauren es una mujer jubilada de Québec y a pesar de su problema en las rodillas está cumpliendo un sueño de toda la vida. Cuida de sus rodillas caminando no más de 20 km diarios.
Susan (Dinamarca) fue abandonada por su marido de la noche a la mañana hace tan solo 6 meses. Se quedó destrozada. Pensó que esto sería una buena idea. La acompaña una buena amiga de años. Después de caminar unos días piensa que sí que puede rehacer su vida.
Bjørn (Dinamarca) perdió a su hija mayor en un accidente de tráfico hace cuatro años. Está en busca de la felicidad.
Alba (España) ha pasado mucho tiempo cediendo a las presiones de los demás. Anda el camino sola y en ella aprende a decidir por si misma.
Esta y muchas otras razones. Pero una razón muy común es tener algún tipo de experiencia espiritual. Algunos son católicos practicantes o menos practicantes. Muchos buscan algo aunque no saben bien bien que. Hace un par de días tuve una conversación muy animada con Fina en la que le expliqué mi fe basada en los pilares: "Sola Scriptura, Sola gratia, Sola fide, Solo Christus".
Hoy hemos salido más temprano ya que Las Mesetas no se pueden hacer bajo el sol. Así que hay que adelantar el máximo de kilómetros por la mañana.
Ya estoy cogiendo más confianza a la noche y con ella esta mañana puse menos atención de la que debía. Giramos a la derecha (animada por mi otro compañero) pero nunca me sentí cómoda. Pero caminamos a buen paso hasta llegar a un cruce y sin volver a ver ninguna flecha amarilla. Allí fue cuando llegué al convencimiento de que nos habíamos equivocado en un cruce. Yo decidí que lo más sensato era volver atrás pero ellos decidieron que seguían. Allí partimos.
La verdad, ¡todo esto me puso de mal humor!
Volví al cruce y allí, ya de día, pude ver lo que había pasado. La señal que nos hizo dudar indicaba mal pero más allá estaba nuestra flecha amarilla. Hubiese sido parar algo más y caminar unos metros para verla (más tarde volvía coincidir con los compañeros que me dijeron al verme "todos los caminos llegan a Roma").
La equivocación tuvo su recompensa... Al ascender una subida muy empinada las vistas eran espectaculares y coincidió con el amanecer. Ya casi no noté el esfuerzo de subida porque todo mi ser estaba sobrecogido por la maravillosa vista. Igualmente sobrecogedora fue la bajada. Si no hubiese hecho vuelta atrás no hubiese tenido este regalo. Si no me hubiese equivocado tampoco porque ¡hubiese estado oscuro!
¿Qué hacer cuando uno se equivoca en el camino? Un par de franceses me dijeron "retroceder, siempre retroceder". Creo que estoy de acuerdo aunque esto me costara unos tres kilómetros suplementarios.
Al poco y caminando con estos franceses (uno de ellos lo llaman el "diesel" porque empieza poco a poco y va ganando fuerza (ya lleva 53 días caminando - dice que a los 20 días ya no se nota nada - me queda todavía un poco para esto), olimos a café y pensamos "que raro, será algún peregrino con termo". ¡No! Era nada más y nada menos que Don José que se dedica a ofrecer café a los peregrinos por la voluntad. No tomo café, pero este café no se podía rechazar. Estaba buenísimo con agua tomada de la misma fuente natural.
La etapa es larga y llega un momento de alto calor. Me pongo la gorra y mojo mi pañuelo en agua y me lo ato alrededor del cuello.
Hoy he llegado a la provincia de Palencia. Decido proseguir ensimismada en mis pensamientos hasta Población de Campos. Estoy contenta con mi elección. Todo aquí está muy tranquilo y me ahorro casi 4 km de una larguísima etapa mañana.
Escribo desde la parte "hotel" del albergue donde hay conexión wifi y la señora Carmen me ha pedido que le haga de traductora con unos holandeses. Me ha recompensado con un vino de la región. Con esto voy a volver a mi albergue de peregrina y poner la sopita al fuego aunque parece que la señora Carmen quiere agradecerme la traducción con una sopa castellana.
06 septiembre 2012
6 Se hace el camino al andar: Rabé de las Calzadas - Castrojeriz 28,7 km
Salida 7.00 - Llegada 13.00
Hay todo tipo de personas haciendo el camino:
- De todas las edades
Me llamo en particular la atención ver a una familia (españoles) de cuatro en Nájera. El menor no debía tener más de 12 años. Me inspira mucho ver a una cantidad sorprendente de gente jubilada (hablé con un matrimonio francés que dicen que hay que andar todos los años). ¡Yo de mayor quiero ser así! Mayores o más jóvenes, muchos se lanzan.
- Con diferentes parentescos
Me llamó la atención un trío (belgas) al que no lograba entender la relación. Luego me enteré hablando con el más joven que uno era su padre y el otro el amigo de su padre. También me inspiró mucho conocer a Javier que me contó que su padre había empezado solo pero que prefería ir acompañado. El año anterior el camino solo las etapas que había hecho su padre y continuaron un poco juntos. Este año han seguido juntos unos días más y así harán hasta que lleguen a Santiago. Hoy Javier padre cumple 59 años.
- De diferentes países
Desde que empecé hace 6 días he conocido a gente de Australia, Estados Unidos, Corea, Francia, Alemania, Dinamarca, Finlandia, Gran Bretaña, Sudáfrica, Canadá, Eslovenia, y seguro me dejo algún país... ¡Ah! Y por supuesto España.
Es un gusto disfrutar de la diversidad de personas. Sin duda una increíble riqueza tenemos en la humanidad. ¡Celebremos! Gracias Dios.
La etapa de hoy ha sido magnífica. Quizás mi favorita desde que empecé en Logroño. Es el primer día en Las Mesetas de Castilla-León. Mucha gente las teme e incluso algunos las saltan, como un matrimonio que ayer tomó un bus de Burgos a León. Yo, la verdad, las estaba ansiando.
He salido sola y he caminado a muy buen ritmo durante todo el camino. Algunos dicen que corro mucho pero yo encontré mi ritmo y me ayuda y da un ritmo que tanto necesito después de unos meses muy ajetreados. He atravesado campo tras campo tras campo, la mayoría de trigo (la cosecha ya está recogida) y alguno de girasoles. El camino se lanza hacia el horizonte a veces sin fin pero a veces entrecortado sin saber que hay a la vuelta de la esquina. Y los pueblos son escasos. Es hermoso, muy hermoso. Emocionante.
El amanecer se ha mostrado hoy con una increíble bola de fuego. Los colores han variado de los grises a los rosas a los dorados. Todo un festín de colores.
Si bien la temperatura ha sido ideal todos estos días ahora notamos que con estas etapas sin sombra hay que caminar temprano porque si no el sol es demasiado apremiante para seguir. Llegar a la 13.00 ha sido quizás lo máximo tolerable.
En Castrojeriz me he instalado y he ido a comer a un sitio en el que el menú no era anunciado como "menú del peregrino", les he felicitado por ello. Parece que el camino se ha convertido en una verdadera exploración turística. Además me he atrevido a pedir solo un plato y me han dicho que sí.
Esta noche apañaremos, como ayer, con unos cuantos, cuatro cosas para cenar ligero e igual habrá que pensar en acostarse antes para salir a buena hora mañana.
Hay todo tipo de personas haciendo el camino:
- De todas las edades
Me llamo en particular la atención ver a una familia (españoles) de cuatro en Nájera. El menor no debía tener más de 12 años. Me inspira mucho ver a una cantidad sorprendente de gente jubilada (hablé con un matrimonio francés que dicen que hay que andar todos los años). ¡Yo de mayor quiero ser así! Mayores o más jóvenes, muchos se lanzan.
- Con diferentes parentescos
Me llamó la atención un trío (belgas) al que no lograba entender la relación. Luego me enteré hablando con el más joven que uno era su padre y el otro el amigo de su padre. También me inspiró mucho conocer a Javier que me contó que su padre había empezado solo pero que prefería ir acompañado. El año anterior el camino solo las etapas que había hecho su padre y continuaron un poco juntos. Este año han seguido juntos unos días más y así harán hasta que lleguen a Santiago. Hoy Javier padre cumple 59 años.
- De diferentes países
Desde que empecé hace 6 días he conocido a gente de Australia, Estados Unidos, Corea, Francia, Alemania, Dinamarca, Finlandia, Gran Bretaña, Sudáfrica, Canadá, Eslovenia, y seguro me dejo algún país... ¡Ah! Y por supuesto España.
Es un gusto disfrutar de la diversidad de personas. Sin duda una increíble riqueza tenemos en la humanidad. ¡Celebremos! Gracias Dios.
La etapa de hoy ha sido magnífica. Quizás mi favorita desde que empecé en Logroño. Es el primer día en Las Mesetas de Castilla-León. Mucha gente las teme e incluso algunos las saltan, como un matrimonio que ayer tomó un bus de Burgos a León. Yo, la verdad, las estaba ansiando.
He salido sola y he caminado a muy buen ritmo durante todo el camino. Algunos dicen que corro mucho pero yo encontré mi ritmo y me ayuda y da un ritmo que tanto necesito después de unos meses muy ajetreados. He atravesado campo tras campo tras campo, la mayoría de trigo (la cosecha ya está recogida) y alguno de girasoles. El camino se lanza hacia el horizonte a veces sin fin pero a veces entrecortado sin saber que hay a la vuelta de la esquina. Y los pueblos son escasos. Es hermoso, muy hermoso. Emocionante.
El amanecer se ha mostrado hoy con una increíble bola de fuego. Los colores han variado de los grises a los rosas a los dorados. Todo un festín de colores.
Si bien la temperatura ha sido ideal todos estos días ahora notamos que con estas etapas sin sombra hay que caminar temprano porque si no el sol es demasiado apremiante para seguir. Llegar a la 13.00 ha sido quizás lo máximo tolerable.
En Castrojeriz me he instalado y he ido a comer a un sitio en el que el menú no era anunciado como "menú del peregrino", les he felicitado por ello. Parece que el camino se ha convertido en una verdadera exploración turística. Además me he atrevido a pedir solo un plato y me han dicho que sí.
Esta noche apañaremos, como ayer, con unos cuantos, cuatro cosas para cenar ligero e igual habrá que pensar en acostarse antes para salir a buena hora mañana.
05 septiembre 2012
5 Se hace camino al andar: Cardeñuela del Río Pico - Rabe de las Calzadas 28,7 km
Salida 6.15 - Llegada 17.00
La mañana empieza temprano. Por un lado por la razón de todas las mañanas: parece que los peregrinos no se despiertan más tarde de las 6.00. Por otro lado porque algunos de los compañeros se marchaban y quería asegurar la despedida (habíamos quedado en la Plaza Mayor de Burgos para desayunar). Y finalmente porque me habían recomendado un par de sitios especiales para desayunar en Burgos y pensé... ¡me aguanto!
Así que salgo a las 6.15, sola a oscuras con la sola compañía de mi linterna frontal y el silencio nocturno. No hay flechas en el pueblo y sigo lo que escuché ayer y creo recordar y mi instinto. Si llegamos por arriba, la salida ha de ser por abajo. Que poca seguridad tiene uno sin flechas... Además la primera parte es por la carretera sin apenas arcén y habrán pocas flechas por mucho rato, o quizás es la oscuridad...
Voy a muy buena marcha por tratar de alcanzar a mis compañeros que nunca alcanzo. El camino se hace más pesado de lo previsto sobretodo al acercarme a Burgos y la entrada a Burgos es tediosa e interminable (por lo visto algunos peregrinos toman el autobús hasta el centro de la ciudad).
Me dirijo hacia la Plaza Mayo y la recorro por ver si han llegado mis compañeros. No están así que me dirijo hacia la segunda recomendación: Restaurante Ojeda. Tampoco están pero allí me rindo y me siento preparada para tomar un desayuno al puro estilo burgalés. Son las 9 de la mañana y no he recorrido 10km como pensaba ¡sino 15! Con razón se noto largo el tramo.
Como como una reina pincho de mora y pincho de tortilla de patata. No es mi desayuno habitual pero no puedo estar en Burgos y no probar. Es un desayuno largo y tendido. Es la primera vez que tengo conexión 3G desde que salí (por esta razón voy con retraso en el relato y ya me rendí en colgar fotos, aunque lo seguiré intentando).
Salgo con la intención de completar mi desayuno con un dulce de la Confitería Alonso en la Plaza Mayor. Gran decepción al entrar y no haber nadie para atender ni siquiera después de vocear "hola". Estamos en la ciudad...
Hago un par de recados y ya con la idea de salir de la ciudad. Sé que estar en Burgos y no visitar la catedral puede parecer extraño pero no me siento con ganas ni fuerzas para turismo, quiero escapar la urbe. Sin duda la catedral no va a moverse.
Conforme me dirijo hacia las flechas amarillas de nuevo me reencuentro con algunos de mis compañeros y proseguimos juntos no sin antes embadurnarnos de crema solar ya que la temperatura ha subido notablemente y el sol pica.
Al salir de la ciudad notamos la presencia de una mujer que nos ha ido siguiendo desde ya hace un rato. Parece estar haciendo el camino pero no va equipada como peregrina. No habla español así que me toca preguntarle si se ha perdido. Me contesta que no, que ayer estuvo en Santiago, visitó la catedral y después decidió que quería visitar Burgos y tenía algo de tiempo para caminar algo del camino para poder decírselo a su marido. Nos seguía para ir acompañada y no, no iba perdida. Me dijo que pensaba dar la vuelta en un ratito cuando viera peregrinos de vuelta. Ya podéis imaginar lo que le contesté.
Llegamos a Tardajos (a unos 2 km) de nuestro destino final y decidimos comprar unas cositas para la cena y el desayuno y comer. La recepción inicial fue regular pero no había ninguna otra opción en el pueblo y estábamos cansados y hambrientos. Al entrar al comedor vi dos de los compañeros que terminaban hoy. Fue genial poder compartir un ratito más y despedirnos nuevamente.
Las despedidas en el camino son emotivas porque se comparte mucho, intensamente, y en poco tiempo. Es una experiencia difícil de entender o compartir si no se ha vivido.
La subidita a nuestro pueblo de destino es un suspiro (menos mal porque con el sol de la tarde y nuestras panzas a rebosar...). Nos alijamos en el albergue "Liberanos Domine". Hoy es tan tarde que no hay tiempo para siesta pero si un rato de descanso, ponerme al día con el blog. Cenamos casero y sencillo comprado de la tiendita y con algunas provisiones que yo arrastraba desde Logroño. Quizás lo note en el peso de la mochila mañana.
Estoy ya en la cama, hoy es tarde... A dormir.
La mañana empieza temprano. Por un lado por la razón de todas las mañanas: parece que los peregrinos no se despiertan más tarde de las 6.00. Por otro lado porque algunos de los compañeros se marchaban y quería asegurar la despedida (habíamos quedado en la Plaza Mayor de Burgos para desayunar). Y finalmente porque me habían recomendado un par de sitios especiales para desayunar en Burgos y pensé... ¡me aguanto!
Así que salgo a las 6.15, sola a oscuras con la sola compañía de mi linterna frontal y el silencio nocturno. No hay flechas en el pueblo y sigo lo que escuché ayer y creo recordar y mi instinto. Si llegamos por arriba, la salida ha de ser por abajo. Que poca seguridad tiene uno sin flechas... Además la primera parte es por la carretera sin apenas arcén y habrán pocas flechas por mucho rato, o quizás es la oscuridad...
Voy a muy buena marcha por tratar de alcanzar a mis compañeros que nunca alcanzo. El camino se hace más pesado de lo previsto sobretodo al acercarme a Burgos y la entrada a Burgos es tediosa e interminable (por lo visto algunos peregrinos toman el autobús hasta el centro de la ciudad).
Me dirijo hacia la Plaza Mayo y la recorro por ver si han llegado mis compañeros. No están así que me dirijo hacia la segunda recomendación: Restaurante Ojeda. Tampoco están pero allí me rindo y me siento preparada para tomar un desayuno al puro estilo burgalés. Son las 9 de la mañana y no he recorrido 10km como pensaba ¡sino 15! Con razón se noto largo el tramo.
Como como una reina pincho de mora y pincho de tortilla de patata. No es mi desayuno habitual pero no puedo estar en Burgos y no probar. Es un desayuno largo y tendido. Es la primera vez que tengo conexión 3G desde que salí (por esta razón voy con retraso en el relato y ya me rendí en colgar fotos, aunque lo seguiré intentando).
Salgo con la intención de completar mi desayuno con un dulce de la Confitería Alonso en la Plaza Mayor. Gran decepción al entrar y no haber nadie para atender ni siquiera después de vocear "hola". Estamos en la ciudad...
Hago un par de recados y ya con la idea de salir de la ciudad. Sé que estar en Burgos y no visitar la catedral puede parecer extraño pero no me siento con ganas ni fuerzas para turismo, quiero escapar la urbe. Sin duda la catedral no va a moverse.
Conforme me dirijo hacia las flechas amarillas de nuevo me reencuentro con algunos de mis compañeros y proseguimos juntos no sin antes embadurnarnos de crema solar ya que la temperatura ha subido notablemente y el sol pica.
Al salir de la ciudad notamos la presencia de una mujer que nos ha ido siguiendo desde ya hace un rato. Parece estar haciendo el camino pero no va equipada como peregrina. No habla español así que me toca preguntarle si se ha perdido. Me contesta que no, que ayer estuvo en Santiago, visitó la catedral y después decidió que quería visitar Burgos y tenía algo de tiempo para caminar algo del camino para poder decírselo a su marido. Nos seguía para ir acompañada y no, no iba perdida. Me dijo que pensaba dar la vuelta en un ratito cuando viera peregrinos de vuelta. Ya podéis imaginar lo que le contesté.
Llegamos a Tardajos (a unos 2 km) de nuestro destino final y decidimos comprar unas cositas para la cena y el desayuno y comer. La recepción inicial fue regular pero no había ninguna otra opción en el pueblo y estábamos cansados y hambrientos. Al entrar al comedor vi dos de los compañeros que terminaban hoy. Fue genial poder compartir un ratito más y despedirnos nuevamente.
Las despedidas en el camino son emotivas porque se comparte mucho, intensamente, y en poco tiempo. Es una experiencia difícil de entender o compartir si no se ha vivido.
La subidita a nuestro pueblo de destino es un suspiro (menos mal porque con el sol de la tarde y nuestras panzas a rebosar...). Nos alijamos en el albergue "Liberanos Domine". Hoy es tan tarde que no hay tiempo para siesta pero si un rato de descanso, ponerme al día con el blog. Cenamos casero y sencillo comprado de la tiendita y con algunas provisiones que yo arrastraba desde Logroño. Quizás lo note en el peso de la mochila mañana.
Estoy ya en la cama, hoy es tarde... A dormir.
4 Se hace camino al andar: Villafranca de Montes de Oca - Cardeñuela del Río Pico 26 km
Salida 6.50 - Llegada 1.30
Dicen que la subida a los Montes de Oca es temida por muchos. Esta fue la razón por la que decidí llegar hasta Villafranca para salir por la mañana fresca y atacar.
Salgo de noche, cosa que no me emociona, aunque sí usar la súper linterna se esas que te pones en la cabeza. Con un ligero meneo de la misma vas buscando las señales.
La primera subida es muy empinada pero dura poco tiempo. Más adelante sigue subiendo pero es más llevadero. La pista es de piedra clara y ayuda a ver aun en la oscuridad. Pero lo más espectacular ha sido que me han acompañado unos pajarillos a lo largo de todo el tramo que ha durado bajo los bosques. Me ha sabido a promesa y he recordado que el Señor me ha prometido que me guía y me va a guiar.
El camino lo he hecho casi totalmente sola. El primer tramo hasta que no hemos llegado a un pueblo ha sido largo. Pero la llegada a San Juan de Ortega me ha llenado de satisfacción. Un pueblecito hermoso. Allí ha sido el reencuentro entre muchos de nosotros. Me he sentado a tomar un Cola Cao con Jamie (Inglaterra) que hace el camino en bicicleta. Este tramo ha sido agotador y está pensando en cambiar de planes. Resulta que estudió en Oxford y fue al Hartford College y su habitación daba al Bridge of Sighs, ¡igual que mi amiga Sarah! Después de un rato dice que la conversación le ha levantado el ánimo. Quizás llegue allí donde había previsto.
Llamo para reservar el albergue, esta vez prefiero no arriesgar por miedo a quedarme en la "calle" y quedar con la opción deseguir caminando kilómetros o dormir bajo las estrellas. Conforme lo hago se apuntan tres más.
Paco me ha invitado al Nescuik. Ayer él me ayudó, yo le dejé dinero porque se le estaba acabando por prestar él a otros y no encontrar cajero. Hago una llamada para reservar el albergue, esta vwz prefiero no arriesgar a tener que caminar bastantes más kilómetros o dormir bajo las estrellas, tres más se apuntan mientras hablo, y luego tres más. Así se hacen las cosas en el camino. Tú po mí y mañana yo por tí. Es genial.
El siguiente tramo será bastante en carretera lo que no me emociona mucho. Hago el último tramo con mis nuevos amigos.
Optamos por el menú al mediodía. Los extranjeros que ya han llegado comerán el menú en la noche - se arrepentirán porque el menú es gigantesco y riquísimo. Comiendo tengo la gran sorpresa de reencontrarme con otros amigos que pensaba ya no ver más.
Estos pueblos en los que paramos fuera de las etapas "oficiales" son muy pequeños y no hay mucho que hacer. A mi no me importa nada, al contrario, no estoy de humor "turístico". Pero los extranjeros quizás querrían ver más. Un matrimonio francés me pregunta donde está la gente del pueblo... Sonrío... Les digo que es la hora de la siesta... Y que en todo caso, pasado el verano, hay probabilidad de que no haya gran gente. Agradecen el apunte cultural. Por la noche, los del pueblo llegan al albergue que tiene bar para toarua cerveza. Susurro al matrimonio francés "aquí están los del pueblo". Me responden "ah" con cara de flipe.
Pasamos una super tarde que incluye "foto familiar".
Dicen que la subida a los Montes de Oca es temida por muchos. Esta fue la razón por la que decidí llegar hasta Villafranca para salir por la mañana fresca y atacar.
Salgo de noche, cosa que no me emociona, aunque sí usar la súper linterna se esas que te pones en la cabeza. Con un ligero meneo de la misma vas buscando las señales.
La primera subida es muy empinada pero dura poco tiempo. Más adelante sigue subiendo pero es más llevadero. La pista es de piedra clara y ayuda a ver aun en la oscuridad. Pero lo más espectacular ha sido que me han acompañado unos pajarillos a lo largo de todo el tramo que ha durado bajo los bosques. Me ha sabido a promesa y he recordado que el Señor me ha prometido que me guía y me va a guiar.
El camino lo he hecho casi totalmente sola. El primer tramo hasta que no hemos llegado a un pueblo ha sido largo. Pero la llegada a San Juan de Ortega me ha llenado de satisfacción. Un pueblecito hermoso. Allí ha sido el reencuentro entre muchos de nosotros. Me he sentado a tomar un Cola Cao con Jamie (Inglaterra) que hace el camino en bicicleta. Este tramo ha sido agotador y está pensando en cambiar de planes. Resulta que estudió en Oxford y fue al Hartford College y su habitación daba al Bridge of Sighs, ¡igual que mi amiga Sarah! Después de un rato dice que la conversación le ha levantado el ánimo. Quizás llegue allí donde había previsto.
Llamo para reservar el albergue, esta vez prefiero no arriesgar por miedo a quedarme en la "calle" y quedar con la opción deseguir caminando kilómetros o dormir bajo las estrellas. Conforme lo hago se apuntan tres más.
Paco me ha invitado al Nescuik. Ayer él me ayudó, yo le dejé dinero porque se le estaba acabando por prestar él a otros y no encontrar cajero. Hago una llamada para reservar el albergue, esta vwz prefiero no arriesgar a tener que caminar bastantes más kilómetros o dormir bajo las estrellas, tres más se apuntan mientras hablo, y luego tres más. Así se hacen las cosas en el camino. Tú po mí y mañana yo por tí. Es genial.
El siguiente tramo será bastante en carretera lo que no me emociona mucho. Hago el último tramo con mis nuevos amigos.
Optamos por el menú al mediodía. Los extranjeros que ya han llegado comerán el menú en la noche - se arrepentirán porque el menú es gigantesco y riquísimo. Comiendo tengo la gran sorpresa de reencontrarme con otros amigos que pensaba ya no ver más.
Estos pueblos en los que paramos fuera de las etapas "oficiales" son muy pequeños y no hay mucho que hacer. A mi no me importa nada, al contrario, no estoy de humor "turístico". Pero los extranjeros quizás querrían ver más. Un matrimonio francés me pregunta donde está la gente del pueblo... Sonrío... Les digo que es la hora de la siesta... Y que en todo caso, pasado el verano, hay probabilidad de que no haya gran gente. Agradecen el apunte cultural. Por la noche, los del pueblo llegan al albergue que tiene bar para toarua cerveza. Susurro al matrimonio francés "aquí están los del pueblo". Me responden "ah" con cara de flipe.
Pasamos una super tarde que incluye "foto familiar".
04 septiembre 2012
3 Se hace camino al andar: Grañon - Villafranca de Montes de Oca - 27km
Salida 7.00 - Llegada 13.30
Apenas hay despedidas haciendo el Camino porque más o menos sabemos que nos vamos a reencontrar o da pena decir adiós a lis nuevos amigos. El desayuno en el albergue parroquial es casi en silencio, bien diferente al espacio animado de ayer.
Emprendo el caminar y este lo haré casi todo sola salvo algún encuentro fortuito y alguna conversación en las paradas.
He de apurar mi paso a Belorado porque el camino no ha ofrecido posibilidades de ir al baño, ¡ni la naturaleza tampoco! El camino es bastante desagradable porque caminamos constantemente por un camino paralelo a la carretera.
Belorado, donde muchos van a parar hoy, parece una ciudad fantasma, solo se ve algo de animación en la plaza Mayor, y supongo que están de fiestas, así me lo confirma una anciana del pueblo.
Termino mi etapa caminando con una italiana que me regala su último trozo de pan y queso de cabra que me sabe a gloria. La mujer es una mina de oro para saber como son los albergues y restaurantes en cada lugar. Pero preferiría a alguien con más positivismo.
Llego al albergue en Villafranca donde la hospitalera me revela los "malos rollos" que hay entre albergues municipales y privados. Todo me confirma que si se puede hay que escoger los albergues parroquiales o municipales.
Estoy rendida, la siesta es larga y me dedico a leer, no tengo muchas fuerzas más y "Los Juegos del Hambre" enganchan.
Solo me levanto para ir al pequeño supermercado para comprar algo para la cena. Es genial este supermercado puesto que ¡hay cosas pequeñas para el peregrino!
Ceno con una pareja de checos majísima y hablamos de vivir aquí o allá y los cambios culturales.
Paco me deja su cargador pues el mío no va bien y además la red móvil ha caído. Estoy desconectada, quizás mejor así...
Apenas hay despedidas haciendo el Camino porque más o menos sabemos que nos vamos a reencontrar o da pena decir adiós a lis nuevos amigos. El desayuno en el albergue parroquial es casi en silencio, bien diferente al espacio animado de ayer.
Emprendo el caminar y este lo haré casi todo sola salvo algún encuentro fortuito y alguna conversación en las paradas.
He de apurar mi paso a Belorado porque el camino no ha ofrecido posibilidades de ir al baño, ¡ni la naturaleza tampoco! El camino es bastante desagradable porque caminamos constantemente por un camino paralelo a la carretera.
Belorado, donde muchos van a parar hoy, parece una ciudad fantasma, solo se ve algo de animación en la plaza Mayor, y supongo que están de fiestas, así me lo confirma una anciana del pueblo.
Termino mi etapa caminando con una italiana que me regala su último trozo de pan y queso de cabra que me sabe a gloria. La mujer es una mina de oro para saber como son los albergues y restaurantes en cada lugar. Pero preferiría a alguien con más positivismo.
Llego al albergue en Villafranca donde la hospitalera me revela los "malos rollos" que hay entre albergues municipales y privados. Todo me confirma que si se puede hay que escoger los albergues parroquiales o municipales.
Estoy rendida, la siesta es larga y me dedico a leer, no tengo muchas fuerzas más y "Los Juegos del Hambre" enganchan.
Solo me levanto para ir al pequeño supermercado para comprar algo para la cena. Es genial este supermercado puesto que ¡hay cosas pequeñas para el peregrino!
Ceno con una pareja de checos majísima y hablamos de vivir aquí o allá y los cambios culturales.
Paco me deja su cargador pues el mío no va bien y además la red móvil ha caído. Estoy desconectada, quizás mejor así...
2 Se hace camino al andar: Nájera-Grañon - 28 km
Salida 7 - Llegada 1.30
Esta mañana he querido seguir el consejo de una jovencísima francesa que lleva 40 días caminando (empezó en (Le Puy). Ella se levanta más tarde y sale después que toda la masa de peregrinos afanados han echado a caminar. Pero ha sido imposible. A las 6 de la mañana el movimiento es tal que no hay quien duerma. Cabe aclarar que el albergue de Nájera es como pocos. Éramos 90 en una sala gigante. Todavía me maravilla que solo escuché roncar al que tenía al lado.
Me pongo en marcha. Despegar toma su tiempo. Hay que volver a armar la maleta pensando detenidamente en como ponemos las cosas para no dejar en lugar inadecuado algo que se podría necesitar durante el camino. También hay que acordarse de sacar algún tentempié imprescindible casi casi cada dos horas. Salí con tanta emoción que me dejé el tentempié en la cocina.
Hoy he decidido que si mi salud me acompaña no voy a detenerme en la etapa "tradicional" sino que voy a seguir hasta el pueblo siguiente. Además que la etapa de hoy es más corta y vienen de más largas y pesadas, tiene la ventaja de que evitas la gran aglomeración de peregrinos. Ha sido una hermosa y muy agradable sorpresa encontrarme en Grañon un albergue de "voluntad" y saber que entre otras cosas íbamos a cocinar, cenar y fregar los platos juntos. El dinero que se recoge voluntariamente compra la comida de los peregrinos del día siguiente.
Los pueblos que encontramos a lo largo del camino son una bendición porque sabemos que en ellos encontramos avituallamiento, tan necesario en largas caminatas y más sabiendo que esto permite no llevar más en las ya pesadas mochilas. Pero siento como querer escapar de la urbe y permanecer en los caminos solitarios, solo poblados de peregrinos aquí y allá. De la misma forma a veces parece como si también quiero escapar de los mismos peregrinos.
Aun y así tengo conversaciones con unos y otros. Camino pocos kilometros antes de llegar a Santo Domingo de la Calzada con Tino (un jovencísimo belga que viaja con su padre y smigo de su padre - ya coincidimos en Logroño) y Eri (otra joven de Corea). La conversación es animada hablando de como arreglar el mundo.
A algunos metros de Santo Dominho nos asaltan casi un grupito de niños que venden limonada casera y regalan un mapa del pueblo. La limonada está muy dulce y no muy fresca pero la bebo con mucho gusto.
En Santo Domingo dejo colas de peregrinos que están por entrar en los albergues y decido proseguir a Grañón.
No me voy a arrepentir de tal elección. Hay dos albergues, el parroquial y otro privado. Una anciana me recomienda el parroquial y allí me dirijo.
Se duerme en el suelo en colchonetas algo finas pero ni me entero en mi siesta de lo cansada que estoy. Que bien se está después de los pinchos del Bar Teo, la ducha y la siesta. Gay una conversación animada abajo en el patio a la que me uno. Antes de ir todos a preparar la cena voy a recoger la ropa que colgamos en un tendedero público.
Los momentos de preparación de cena y cena son entrañables, recogen el espíritu del camino. La noche se acaba con un tiempo de compartir alguna reflexión del día en la iglesia. No puedo dejar de pensar en aquel que dijo "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida."
Esta mañana he querido seguir el consejo de una jovencísima francesa que lleva 40 días caminando (empezó en (Le Puy). Ella se levanta más tarde y sale después que toda la masa de peregrinos afanados han echado a caminar. Pero ha sido imposible. A las 6 de la mañana el movimiento es tal que no hay quien duerma. Cabe aclarar que el albergue de Nájera es como pocos. Éramos 90 en una sala gigante. Todavía me maravilla que solo escuché roncar al que tenía al lado.
Me pongo en marcha. Despegar toma su tiempo. Hay que volver a armar la maleta pensando detenidamente en como ponemos las cosas para no dejar en lugar inadecuado algo que se podría necesitar durante el camino. También hay que acordarse de sacar algún tentempié imprescindible casi casi cada dos horas. Salí con tanta emoción que me dejé el tentempié en la cocina.
Hoy he decidido que si mi salud me acompaña no voy a detenerme en la etapa "tradicional" sino que voy a seguir hasta el pueblo siguiente. Además que la etapa de hoy es más corta y vienen de más largas y pesadas, tiene la ventaja de que evitas la gran aglomeración de peregrinos. Ha sido una hermosa y muy agradable sorpresa encontrarme en Grañon un albergue de "voluntad" y saber que entre otras cosas íbamos a cocinar, cenar y fregar los platos juntos. El dinero que se recoge voluntariamente compra la comida de los peregrinos del día siguiente.
Los pueblos que encontramos a lo largo del camino son una bendición porque sabemos que en ellos encontramos avituallamiento, tan necesario en largas caminatas y más sabiendo que esto permite no llevar más en las ya pesadas mochilas. Pero siento como querer escapar de la urbe y permanecer en los caminos solitarios, solo poblados de peregrinos aquí y allá. De la misma forma a veces parece como si también quiero escapar de los mismos peregrinos.
Aun y así tengo conversaciones con unos y otros. Camino pocos kilometros antes de llegar a Santo Domingo de la Calzada con Tino (un jovencísimo belga que viaja con su padre y smigo de su padre - ya coincidimos en Logroño) y Eri (otra joven de Corea). La conversación es animada hablando de como arreglar el mundo.
A algunos metros de Santo Dominho nos asaltan casi un grupito de niños que venden limonada casera y regalan un mapa del pueblo. La limonada está muy dulce y no muy fresca pero la bebo con mucho gusto.
En Santo Domingo dejo colas de peregrinos que están por entrar en los albergues y decido proseguir a Grañón.
No me voy a arrepentir de tal elección. Hay dos albergues, el parroquial y otro privado. Una anciana me recomienda el parroquial y allí me dirijo.
Se duerme en el suelo en colchonetas algo finas pero ni me entero en mi siesta de lo cansada que estoy. Que bien se está después de los pinchos del Bar Teo, la ducha y la siesta. Gay una conversación animada abajo en el patio a la que me uno. Antes de ir todos a preparar la cena voy a recoger la ropa que colgamos en un tendedero público.
Los momentos de preparación de cena y cena son entrañables, recogen el espíritu del camino. La noche se acaba con un tiempo de compartir alguna reflexión del día en la iglesia. No puedo dejar de pensar en aquel que dijo "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida."
01 septiembre 2012
1 Se hace camino al andar: Logroño-Nájera - 29km
La jornada ha empezado temprano despertando al sonar de bolsas de plástico, cremalleras, doblaje de sacos, etc. Una sinfonía diferente a la de la noche: ronquidos con varios tonos e incluso uno que hasta hablaba en sus sueños.
Un buen tramo ha estado marcado por cruces, cruces que los peregrinos colocan usando cualquier tipo de ramita u otros materiales, algunas sencillas, otras más elaboradas. Me pregunto que ha pensado cada uno de ellos al colocarla. Me ha hecho pensar una vez más en Aquel que dijo que era "el Camino, la verdad y la vida". Que murió en la cruz por mis pecados para darme vida, resucitó y hoy vive. ¡Gracias Jesús!
El primer encuentro ha sido muy curioso y entrañable. Ha sido con Marcelino Lobato, peregrino ambulante (curioso lo de ambulante)que hizo su primer Camino en 1971 cuando tenía 17 años. Desde hace 14 que tiene una parada donde se pasa toda la temporada saludando al peregrino que pasa y quiera saludarle. Dos sabios consejos me ha dado: 1) El Camino no se anda, se hace. 2) El Camino enseña amor y respeto. Me ha regalado una calabaza (que se usaba antaño para guardar el agua fresquita) y me la ha colgado en la mochila después de haberla firmado. Sus palabras me han hecho reflexionar todo el día y las he puesto en practica. Así he conocido a Alba, Paul, Matt, Shane, Neil y Linda, etc,
Me he parado también a hablar con uno de los varios agricultores que he visto hoy. Mi amigo, portugués que reside en Barcelona y que tiene viñas tanto en Vilfranca (Mas Tinell)como aquí ha perdido toda la cosecha de este año de sus tierras riojanas por falta de lluvia. Lleva tres noches sin dormir tratando de encontrar solución. Me han faltado las palabras... Yo que doy tan feliz con el sol... Señor, ¡Manda lluvia, temprana y tardía".
Esta imagen no dejará de sorprenderme. He llegado a buena hora pero sin correr. Algunos peregrinos hoy tendrán que recorrer 6 km más para encontrarcama. Yo doy gracias a Dios por la mía, ya que necesito un buen descanso.
Un buen tramo ha estado marcado por cruces, cruces que los peregrinos colocan usando cualquier tipo de ramita u otros materiales, algunas sencillas, otras más elaboradas. Me pregunto que ha pensado cada uno de ellos al colocarla. Me ha hecho pensar una vez más en Aquel que dijo que era "el Camino, la verdad y la vida". Que murió en la cruz por mis pecados para darme vida, resucitó y hoy vive. ¡Gracias Jesús!
El primer encuentro ha sido muy curioso y entrañable. Ha sido con Marcelino Lobato, peregrino ambulante (curioso lo de ambulante)que hizo su primer Camino en 1971 cuando tenía 17 años. Desde hace 14 que tiene una parada donde se pasa toda la temporada saludando al peregrino que pasa y quiera saludarle. Dos sabios consejos me ha dado: 1) El Camino no se anda, se hace. 2) El Camino enseña amor y respeto. Me ha regalado una calabaza (que se usaba antaño para guardar el agua fresquita) y me la ha colgado en la mochila después de haberla firmado. Sus palabras me han hecho reflexionar todo el día y las he puesto en practica. Así he conocido a Alba, Paul, Matt, Shane, Neil y Linda, etc,
Me he parado también a hablar con uno de los varios agricultores que he visto hoy. Mi amigo, portugués que reside en Barcelona y que tiene viñas tanto en Vilfranca (Mas Tinell)como aquí ha perdido toda la cosecha de este año de sus tierras riojanas por falta de lluvia. Lleva tres noches sin dormir tratando de encontrar solución. Me han faltado las palabras... Yo que doy tan feliz con el sol... Señor, ¡Manda lluvia, temprana y tardía".
Esta imagen no dejará de sorprenderme. He llegado a buena hora pero sin correr. Algunos peregrinos hoy tendrán que recorrer 6 km más para encontrarcama. Yo doy gracias a Dios por la mía, ya que necesito un buen descanso.
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