05 septiembre 2012

4 Se hace camino al andar: Villafranca de Montes de Oca - Cardeñuela del Río Pico 26 km

Salida 6.50 - Llegada 1.30

Dicen que la subida a los Montes de Oca es temida por muchos. Esta fue la razón por la que decidí llegar hasta Villafranca para salir por la mañana fresca y atacar.

Salgo de noche, cosa que no me emociona, aunque sí usar la súper linterna se esas que te pones en la cabeza. Con un ligero meneo de la misma vas buscando las señales.

La primera subida es muy empinada pero dura poco tiempo. Más adelante sigue subiendo pero es más llevadero. La pista es de piedra clara y ayuda a ver aun en la oscuridad. Pero lo más espectacular ha sido que me han acompañado unos pajarillos a lo largo de todo el tramo que ha durado bajo los bosques. Me ha sabido a promesa y he recordado que el Señor me ha prometido que me guía y me va a guiar.

El camino lo he hecho casi totalmente sola. El primer tramo hasta que no hemos llegado a un pueblo ha sido largo. Pero la llegada a San Juan de Ortega me ha llenado de satisfacción. Un pueblecito hermoso. Allí ha sido el reencuentro entre muchos de nosotros. Me he sentado a tomar un Cola Cao con Jamie (Inglaterra) que hace el camino en bicicleta. Este tramo ha sido agotador y está pensando en cambiar de planes. Resulta que estudió en Oxford y fue al Hartford College y su habitación daba al Bridge of Sighs, ¡igual que mi amiga Sarah! Después de un rato dice que la conversación le ha levantado el ánimo. Quizás llegue allí donde había previsto.

Llamo para reservar el albergue, esta vez prefiero no arriesgar por miedo a quedarme en la "calle" y quedar con la opción deseguir caminando kilómetros o dormir bajo las estrellas. Conforme lo hago se apuntan tres más.

Paco me ha invitado al Nescuik. Ayer él me ayudó, yo le dejé dinero porque se le estaba acabando por prestar él a otros y no encontrar cajero. Hago una llamada para reservar el albergue, esta vwz prefiero no arriesgar a tener que caminar bastantes más kilómetros o dormir bajo las estrellas, tres más se apuntan mientras hablo, y luego tres más. Así se hacen las cosas en el camino. Tú po mí y mañana yo por tí. Es genial.

El siguiente tramo será bastante en carretera lo que no me emociona mucho. Hago el último tramo con mis nuevos amigos.

Optamos por el menú al mediodía. Los extranjeros que ya han llegado comerán el menú en la noche - se arrepentirán porque el menú es gigantesco y riquísimo. Comiendo tengo la gran sorpresa de reencontrarme con otros amigos que pensaba ya no ver más.

Estos pueblos en los que paramos fuera de las etapas "oficiales" son muy pequeños y no hay mucho que hacer. A mi no me importa nada, al contrario, no estoy de humor "turístico". Pero los extranjeros quizás querrían ver más. Un matrimonio francés me pregunta donde está la gente del pueblo... Sonrío... Les digo que es la hora de la siesta... Y que en todo caso, pasado el verano, hay probabilidad de que no haya gran gente. Agradecen el apunte cultural. Por la noche, los del pueblo llegan al albergue que tiene bar para toarua cerveza. Susurro al matrimonio francés "aquí están los del pueblo". Me responden "ah" con cara de flipe.

Pasamos una super tarde que incluye "foto familiar".



No hay comentarios:

Publicar un comentario