Me preparo a empezar a andar el Camino de Santiago de Compostela por tercer año consecutivo. Inicio desde donde lo dejé el primer año (el año pasado hice el Camino Aragonés): Logroño.
Todavia sin desconectar de la urbe, pero con deseo de silencio, aprovechando para pasear por esta hermosa ciudad y probar las tapas de la calle Laurel.
Ahora me voy a dormir porque el camino mañana es prometedor.
Así dice el Señor:
«Deténganse en los caminos y miren; pregunten por los senderos antiguos. Pregunten por el buen camino, y no se aparten de él. Así hallarán el descanso anhelado...” (Jeremías 6:16 NVI)
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